La Cámara Baja del Parlamento alemán rechazó hoy una propuesta impulsada por el Gobierno del canciller federal Olaf Scholz para imponer la obligatoriedad de vacunarse contra el coronavirus a los mayores de 60 años.
La votación del proyecto de vacunación obligatoria, prometido por el socialdemócrata Scholz y que estaba bloqueado desde hace varios meses, finalizó con 378 votos en contra, 296 a favor y nueve abstenciones.
El canciller y su ministro de Salud, Karl Lauterbach, eran favorables a la obligatoriedad, pero el proyecto había suscitado resistencias en el seno de la amplia coalición de Gobierno, integrada por socialdemócratas, ecologistas y liberales.
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Lauterbach lamentó el rechazo y señaló que se trataba de "una decisión muy importante, porque ahora la lucha contra el coronavirus será mucho más dura en otoño", en momentos en que Alemania enfrenta un repunte de la enfermedad desde hace varias semanas.
"No sirven las acusaciones políticas. Seguimos adelante", escribió luego en su cuenta de Twitter.
La muy contagiosa variante Ómicron del coronavirus llegó a Alemania con algo de retraso respecto de otros países europeos y no europeos, provocando una disparada de casos y de muertes desde principios de enero pasado.
Antes de ello, Alemania había enfrentado un devastador y mucho más letal pico de la variante Delta, menos transmisible que Ómicron pero causante de cuadros clínicos más severos.
El país superó los 300.000 contagios diarios a fines de marzo, ya saliendo del invierno, y desde entonces las cifras han remitido.
Hoy, las autoridades sanitarias informaron 201.729 nuevas infecciones en las últimas 24 horas, frente a las 274.901 de hace una semana, informó la agencia de noticias alemana DPA.
Según estos datos, en las últimas 24 horas se notificaron 328 muertes, frente a las 279 de hace una semana.
El revés en el Parlamento es un duro golpe para Scholz, sucesor de la conservadora Angela Merkel, que impulsaba la vacunación obligatoria para todos los adultos, por no haber podido sumar el apoyo de toda su coalición ni atraído a la oposición.
El tema es espinoso en Alemania, donde el movimiento antivacunas está muy movilizado y los liberales del Partido Democrático Libre (FDP), que integran el Gobierno, han frenado desde hace meses cualquier idea de una obligación de vacunarse.
Pese a que se trató de una propuesta de ley vaciada de parte de su sustancia, con una obligación apenas reservada a los mayores de 60 años, el Gobierno no logró reunir una mayoría en el Bundestag, la Cámara Baja del Parlamento.
Desde el inicio de la pandemia, la vacuna obligatoria se había descartado en todos los partidos.
Sin embargo, en vista de la lentitud en la campaña de vacunación, Scholz y los primeros ministros de los estados federados se pronunciaron a fin del año pasado a favor de establecerla
Actualmente, al menos 63,2 millones de personas, es decir, el 76% de toda la población alemana, disponen de dos dosis de alguna de las vacunas contra el coronavirus.
La campaña de vacunación, no obstante, está prácticamente paralizada.
Desde mediados de marzo, la vacunación es obligatoria para los empleados de hospitales y residencias de ancianos.
Con información de Télam