El Parlamento alemán (Bundestag) aprobó hoy una reforma electoral para reducir el número de escaños a 630, una aspiración de larga data ante el enorme crecimiento de la cámara baja debido a los mecanismos de la ley electoral.
El proyecto, presentado por la coalición de Gobierno entre socialdemócratas, ecologistas y liberales, contó con el apoyo de 400 legisladores, mientras que 261 votaron en contra y 23 se abstuvieron.
Tanto los conservadores de la CDU/CSU como el Partido La Izquierda, que se consideran perjudicados por la reforma, anunciaron que emprenderán acciones legales ante el Tribunal Constitucional Federal, informó la agencia de noticias alemana DPA.
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En el debate de hoy, los conservadores acusaron a los partidos del Gobierno de modificar la ley electoral para mantener su propio poder.
El socialdemócrata Sebastian Hartmann defendió, sin embargo, que el objetivo era lograr "una ley electoral sencilla y comprensible".
Con la reforma del Bundestag, que ha ido creciendo hasta los 736 miembros actuales, se reducirán las bancas a 630 a partir de las próximas elecciones, algo a lo que se llegará suprimiendo los mandatos excedentes y compensatorios.
Hasta ahora, en las elecciones generales los ciudadanos votaban en Alemania dos listas: una con el nombre del diputado que prefiere para su circunscripción electoral y otra con la lista del partido que prefiere.
El segundo voto determina la representación proporcional del partido en la cámara mientras que el primero garantiza que haya un diputado elegido de manera directa en cada circunscripción.
En el caso de que un partido coseche más votos por el mecanismo directo que por representación proporcional, se corrige al alza y también se compensa a los otros partidos para volver a nivelar la proporción general
Según las nuevas normas, en el futuro podría ocurrir que un candidato ganara directamente su circunscripción, pero aun así no entrara en el Bundestag.
Dicha posibilidad es rechazada sobre todo por la Unión Social Cristiana (CSU), el socio bávaro de la Unión Demócrata Cristiana (CDU).
Además, a partir de ahora se aplicará una estricta cláusula del 5%, eliminando la llamada cláusula del mandato básico que garantizaba que los partidos entraran en el Bundestag gracias a sus resultados en la segunda votación, incluso si estaban por debajo de ese porcentaje de votos pero ganaban al menos tres mandatos directos.
El Partido La Izquierda se benefició de ello en 2021.
Si se elimina la cláusula, dependiendo de los resultados electorales, esto también podría tener consecuencias en el futuro para la CSU, cuyos candidatos ganan la mayoría de mandatos directos en las circunscripciones en Baviera.
Para minimizar este riesgo, la CDU y la CSU podrían concurrir en el futuro a las elecciones como una alianza de partidos o presentar una lista conjunta.
Con información de Télam