(Agrega eliminación de alerta máxima del ejército de Serbia)
El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, canceló hoy el estado de alerta máxima para las Fuerzas Armadas, que desde el lunes estaban listas para el combate, después de que en las últimas horas anunciara el levantamiento de barricadas con las que los serbios que viven en Kosovo bloquearon varias rutas, en el marco de un acuerdo para aminorar las tensiones que generaron temores a un nuevo conflicto en los Balcanes.
"El estado de máxima alerta para las Fuerzas Armadas serbias, anunciado hace tres días ante la situación en el norte de Metohija, fue cancelado este jueves por una decisión de Vucic", publicó la agencia estatal local Tanjug, que citó a una fuente de Presidencia, informó la agencia de noticias Sputnik.
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Esta nueva disposición se produce apenas unas horas después de que Vucic anunciase que los serbios comenzarán a levantar las barricadas en Kosovo con las que bloquean rutas, luego de que representantes de ambas partes alcanzaran un acuerdo durante una reunión nocturna, tras recibir los llamados de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) a calmar los ánimos.
La decisión se anunció horas después de la liberación de un exoficial de Policía serbio kosovar, cuya detención desató una gran crisis entre Serbia y Kosovo que provocó inquietud internacional.
A partir de mañana, "se retirarán las barricadas, pero la desconfianza permanece", dijo Vucic durante una reunión con representantes de los serbios de Kosovo cerca de esta frontera, según la televisión estatal serbia RTS.
"Este no es un proceso simple, y no se puede hacer en dos horas, como algunos imaginaban, dentro de 24 a 48 horas se quitarán las barricadas", afirmó Vucic.
Esta mañana, la policía de Kosovo anunció "la vuelta a la normalidad" y la reapertura del paso fronterizo de Merdare, principal punto de comunicación terrestre con Serbia, cerrado desde ayer.
Allí, la situación era de calma y se veían patrullas de las fuerzas internacionales de mantenimiento de la paz, mientras que imágenes de la emisora RTS mostraron filas de vehículos y camiones del lado serbio, describió la agencia de noticias AFP.
En la ciudad kosovar de Mitrovica, dos camiones utilizados para bloquear un puente fueron quemados durante la noche y hasta el momento se desconoce la causa del incendio.
En cambio, en la aldea rural de Rudare, cerca de Mitrovica, una docena de manifestantes se mantenían frente a una barricada y expresaban su descontento a la idea de retirarla.
"No tiene sentido, hemos luchado por unos derechos que no se han conseguido, nos sentimos traicionados", declaró uno de ellos, de 25 años, que no quiso dar su nombre.
El arresto, el 10 de diciembre, del exoficial, Dejan Pantic, provocó protestas de los serbokosovares, que erigieron múltiples barricadas en el norte del país.
Pantic fue detenido por "terrorismo" luego de presuntamente agredir a un oficial de policía de Kosovo durante una protesta anterior.
El primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, criticó la decisión del tribunal de poner en libertad a Pantic bajo arresto domiciliario.
Kosovo declaró unilateralmente su independencia de Serbia en 2008, una década después de una guerra entre fuerzas serbias y rebeldes albaneses.
Serbia y la mayoría de los países, incluyendo a la Argentina, no reconocen la independencia de la exprovincia del sur de Serbia, habitada en su mayoría por albaneses. Y animó a la minoría serbia de Kosovo, compuesta de unas 120.000 personas y concentrada en el norte del territorio, a desafiar a las autoridades de la capital, Pristina.
Ayer, Kosovo cerró su principal puesto fronterizo con Serbia, después de que los serbokosovares levantaran allí barricadas, en una de las peores crisis de los últimos años en la zona.
Tras el despliegue de las barricadas, la policía kosovar y las fuerzas internacionales de mantenimiento de paz fueron atacadas a tiros en varios incidentes, y el Ejército serbio fue puesto en alerta esta semana.
Estados Unidos y la UE llamaron conjuntamente ayer a una "desescalada sin condiciones" en esta región.
La semana pasada, la primera ministra serbia, Ana Brnabic, dijo que la situación estaba "al borde del conflicto armado".
Alemania denunció además el reforzamiento de la presencia militar serbia en la frontera con Kosovo, que a su parecer envía "una muy mala señal".
Por su lado, Rusia reafirmó su apoyo al gobierno serbio.
"Tenemos unas relaciones de aliados muy estrechas, históricas y espirituales con Serbia", declaró ayer el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov. Rusia sigue de manera "muy atenta" lo que pasa en Kosovo, añadió.
"Y por supuesto apoyamos a Belgrado en las acciones que emprenda", insistió.
Con información de Télam