El ultimátum de sus vecinos venció y los militares golpistas que asumieron por la fuerza en Níger hace casi dos semanas no entregaron el poder. Por el contrario, el fin de semana movilizaron a miles de personas que los apoyaron y este lunes cerraron el espacio aéreo, como medida preventiva. Entre las naciones del bloque regional de Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (Cedeao) aún no hay un consenso sobre la posibilidad de atacar a ese país, rico en uranio y ex colonia francesa, pero la posibilidad sigue abierta. Por eso, convocaron a una reunión de urgencia para este jueves para tomar una decisión.
"Los dirigentes de la organización de África del Oeste abordarán la situación política y los recientes desarrollos en Níger", manifestó el comunicado de la Cedeao, el mismo bloque que había amenazado con usar la fuerza militar si no se restablece en el poder al presidente destituido, Mohamed Bazoum, en línea con lo que exigen las potencias occidentales, con Estados Unidos y Francia a la cabeza. Bazoum es un aliado de Francia, antigua potencia de la que Níger se independizó en 1960, y de Estados Unidos, que enviaron 1.500 y 1.100 soldados al país en la lucha contra los yihadistas que azotan la región.
El golpe de Estado fue condenado enérgicamente en África y en otras regiones del mundo, pero es apoyado por el pueblo nigerino, que se manifestó en multitudinarias marchas desde el día del golpe. Además, el Ejército nigerino recibió el apoyo de sus pares en Mali y Burkina Faso, dos vecinos en donde las actuales autoridades también llegaron al poder por medio de golpes de Estado en 2021 y 2022, respectivamente, y, por eso, están suspendidos de la Cedeao. En esos dos territorios también existe un fuerte conflicto interno con grupos armados islamistas.
Mientras más crecían las amenazas de Francia y de algunos países de la Cedeao, más se fortalecieron los apoyos desde Mali y Burkina Faso. Por ejemplo, el Ejército de Mali anunció este lunes que enviará a Niamey, la capital nigerina, una delegación oficial de ese país y de Burkina Faso, para "dar testimonio de la solidaridad de los dos países al pueblo hermano del Níger". Además, ratificaron que cualquier intervención extranjera será considerada como "una declaración de guerra" contra ellos, informó la agencia de noticias AFP.
Desde adentro de Níger también tomaron medidas en caso de una eventual intervención militar extranjera. El domingo por la noche, poco antes de que finalizara a medianoche el ultimátum lanzado una semana antes por la Cedeao, el Ejército nigerino anunció que cerraba el espacio aéreo del país "hasta nuevo aviso". Invocó una "amenaza de intervención" y advirtió que "cualquier intento de violación del espacio aéreo" dará lugar a "una respuesta enérgica e inmediata".
El Consejo Nacional de Salvaguardia de la Patria (CNSP), el órgano de los militares en el poder, afirmó también que se realizó un "despliegue previo para la preparación de la intervención en dos países de África Central", sin precisar en cuáles. "Cualquier Estado involucrado será considerado cobeligerante", agregó.
Los vecinos de Níger no se ponen de acuerdo
El sábado pasado, el Senado de Nigeria -una de las principales potencias dentro de la Cedeao, con 215 millones de habitantes y 1.500 kilómetros de frontera compartida con Níger-, llamó al presidente de su país, Bola Tinubu, a "fortalecer la opción política y diplomática". Según publicó la prensa local, durante una reunión a puerta cerrada, la mayoría de los senadores nigerianos expresaron su oposición a una operación militar.
En paralelo, Argelia, que no es miembro de la Cedeao pero sí comparte casi 1.000 kilómetros de frontera con Níger, también expresó el sábado por la noche sus reservas sobre un ataque del bloque regional. El presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, dijo en la televisión pública que una intervención sería "una amenaza directa" para su país. "No habrá ninguna solución sin nosotros (Argelia)", agregó y advirtió que una intervención regional podría hacer que "todo el Sahel (franja del norte africano) se incendie".
En la misma línea, Chad, otra potencia militar africana y vecino de Níger no miembro de la Cedeao, también anunció que no participará en una intervención regional y pidió abrir un diálogo.
La confrontación con la ex potencia colonial
El Gobierno de Francia, país que dominó a Níger como una de sus colonias hasta 1960, destacó este fin de semana que apoya "con firmeza y determinación" los esfuerzos de la Cedeao para revertir el golpe de Estado y estimó que estaba en juego "el futuro de Níger y la estabilidad de toda la región". El presidente Emmanuel Macron ya había advertido que si alguno de los militares o civiles franceses que se encuentran en ese país africano eran lastimados, su Gobierno reaccionaría de inmediato.
El domingo a última hora, además, París anunció la suspensión "hasta nuevo aviso" de todas sus "acciones de ayuda al desarrollo y apoyo presupuestario" en Burkina Faso.
Desde el golpe de Estado, los militares que tomaron el poder convirtieron a Francia en su enemigo número uno. Retiraron al país de los acuerdos de cooperación en el campo de la seguridad y defensa con Francia, que aún tiene un contingente militar de 1.500 soldados en el territorio para "asistir" con la lucha contra los grupos armados islamistas.
Con información de Télam