Los cancilleres del Mercado Común del Sur (Mercosur) Santiago Cafiero; de Brasil, Mauro Vieira; de Uruguay, Francisco Bustillo, y de Paraguay, Julio César Arriola mantuvieron un encuentro con el vicepresidente Ejecutivo y Comisario de Comercio de la Unión Europea (UE), Valdis Dombrovskis, en donde, según informaron, se abordó el estado de las negociaciones para el acuerdo entre ambos bloques: “Las partes expresaron su voluntad de que el proceso concluya en breve”, dice el breve comunicado compartido por el ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina. En tanto, las y los líderes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la UE, entre ellos el presidente Alberto Fernández, se reunieron a debatir sobre una agenda común que incluye comercio, inversiones, la guerra en Ucrania y Malvinas, entre otros temas.
Por primera vez, la UE apoyó el reclamo por Malvinas
“En cuanto a la cuestión de la soberanía sobre las Islas Malvinas/Falkland Islands (sic), la Unión Europea tomó nota de la posición histórica de la CELAC basada en la importancia del diálogo y el respeto al derecho internacional en la solución pacífica de controversias”, dice el comunicado de 41 puntos. En tanto, los Estados participantes de la cumbre birregional firmaron una declaración bajo el título “Saludamos la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz”, lo que la cancillería argentina celebró como un triunfo de la diplomacia local, a tan sólo tres años de que el Reino Unido decidiera abandonar el bloque europeo, en lo que se conoce como Brexit.
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“Reafirmamos además nuestro compromiso fundamental con todos los propósitos y principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, incluida la igualdad soberana de todos los Estados y el respeto de su integridad territorial, la independencia política, la solución de controversias por medios pacíficos, de conformidad con los principios de justicia y el derecho internacional”, dice la declaración.
Los pocos avances entre el Mercosur y la UE
Los cancilleres del Mercosur destacaron "los cambios sucedidos a nivel global desde 2019, cuando ambas partes se reunieron para definir algunos de los puntos clave de las negociaciones". En ese marco, sostuvieron que "es importante adaptar el futuro acuerdo para que pueda responder mejor a los retos" a los que se enfrenta el mundo este año.
Además, remarcaron "el impacto que generó la pandemia a nivel global y los efectos de la emergencia climática, como así también las considerables tensiones geopolíticas, a lo que se suma la desigualdad que sigue siendo una amenaza importante para la subsistencia de millones de personas", se informó en un comunicado. Enfatizaron el acuerdo puede apuntar a una nueva generación de negociaciones comerciales, que ofrezca soluciones que funcionen para todos, aprovechando las complementariedades de ambas regiones de manera equilibrada.
Asimismo, que apoye "la creación de cadenas de valor birregionales como uno de los pilares para aumentar el comercio y la inversión, generando empleo de calidad, inclusión, acceso a la tecnología y mejorar la calidad de vida en ambas regiones, integrando el comercio y el desarrollo sostenible de manera que aumenten las oportunidades económicas respetando al mismo tiempo el medio ambiente".
En ese contexto, el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, reclamó la lentitud en la que se trabaja en este acuerdo: "Debemos avanzar, como dicen los anglosajones: 'Walk the talk', basta de palabras, de 25 años de negociaciones", señaló el mandatario uruguayo, en contra partida con su par brasileño, que es un fuerte crítico de las condiciones ambientales que exigen desde el otro lado.
“Brasil hará su parte [en el tema ambiental]. Es un compromiso asumido, un compromiso de fe. Queremos discutir con el mundo la preservación de la selva”, dijo el mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el lunes, en la apertura del encuentro.
“Queremos discutir cómo conectar más a nuestra gente y nuestras empresas. Todo esto es posible si concluimos un acuerdo con Mercosur. Queremos ser socios y queremos llegar a un acuerdo que beneficie a todos”, insistió el brasileño. “La UE quiere invertir en América Latina y el Caribe, crear buenos empleos. Queremos discutir cómo lograr resultados”, destacó y señaló que debe ser “equilibrado”. “Queremos un acuerdo que preserve las capacidad de las partes de responder los desafíos de ahora y del futuro”, dijo y apuntó a uno de los ítems que más lo aquejan. “Las compras gubernamentales son un instrumento vital para articular inversiones en infraestructura y sustentar nuestra política industrial”.
Alberto sobre la cumbre Celac y la UE: “El objetivo fue crear vínculos políticos, económicos y culturales entre América Latina y El Caribe”
Los 27 países integrantes de la UE y los 32 de los 33 de la Celac -todos menos Nicaragua- firmaron el acuerdo de 41 puntos entre ambos bloques regionales. El disenso estuvo marcado por la puja que se dio en torno a la mención de Ucrania en el texto. “Todos los países de la región están alineados, excepto Nicaragua”, se reclamó el mandatario francés, Emmanuel Macron. Aunque, Venezuela y Cuba también manifestaron sus disidencias. “A todos nos preocupa la situación de la guerra en Ucrania, claramente nos preocupa y los países de América Latina siempre hemos expresado nuestra voluntad de ayudar y colaborar para que rápidamente se recupere la paz”, dijo, a su turno el presidente, Alberto Fernández.
"En 1999, con grandes expectativas, acordamos avanzar hacia una Asociación Estratégica entre América Latina, el Caribe y Europa. Una evaluación honesta concluiría hoy que fuera de los discursos y los sueños, tal Asociación Estratégica prácticamente no existe", expresó Díaz-Canel al intervenir durante el encuentro que culmina hoy en la capital de Bélgica.
"Somos países independientes y soberanos, con una visión de futuro en común (...) La expoliación colonial y el saqueo capitalista convirtieron a Europa en acreedora y a América Latina y el Caribe en deudores", se quejó el mandatario cubano, quien criticó que las políticas financieras de la UE sigan imponiendo barreras al desarrollo de la región.
El mandatario argentino, en tanto, destacó que en esta ocasión fue la primera vez que se discutió y habló de un mecanismo para terminar con el “extractivismo en América Latina". Que finalmente podamos pensar en agregarle valor, contando con la inversión europea es para nosotros muy importante y alentador”, manifestó.
Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, destacó por su parte que se presentó una agenda de inversiones de 45.000 millones de inversiones europeas de alta calidad a América Latina y el Caribe. Más de 135 proyectos ya están en camino, “así que es un buen comienzo, y ahora tenemos que conformar esa agenda de inversiones y ver qué sectores y qué cadenas de valor vamos a priorizar. Luego, ejecutar la gama de proyectos van de materias primas críticas a hidrógeno limpio, vacunas, la pasarela global no es tanto cuánto vamos a invertir si no cómo vamos a invertir”. “Logramos un acuerdo en temas concernientes al cambio climático, a la reforma del sistema y la arquitectura financiera incluyendo el desarrollo sustentable; algunos temas son manifestaciones actuales de legados históricos, como la esclavitud y el comercio de esclavos”, declaró Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas y presidente de la Celac.