En el marco del a 63° Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur, los Estados permanentes emitieron un comunicado conjunto en el que informaron acerca de los "avances considerables" para terminar de cerrar definitivamente el acuerdo con la Unión Europea (UE). El cónclave finalizó sin un consenso sobre el entendimiento comercial con los países europeos, aunque -a diferencia de reuniones anteriores- no se expresaron las diferencias y las tensiones en público.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se cargó al hombro el desafío sellar las negociaciones en los seis meses que duró la presidencia pro-tempore al frente del bloque para poder anunciarlo en esta jornada; sin embargo, eso no se logró. Según informaban por la tarde, las negociaciones se realizaban "con la ambición de concluir el proceso y alcanzar un Acuerdo que sea mutuamente beneficioso", según habían señalado los presidentes desde Río de Janeiro.
En el mismo sentido se manifestó el presidente argentino, Alberto Fernández, al momento de su discurso y consideró que “en este mundo convulsionado y conmocionado” el pacto Mercosur-UE, “es un acuerdo, geopolíticamente hablando, imprescindible para no quedar atrapados en la bipolaridad de China y Estados Unidos”.
La intención, según marcó el comunicado, es que el tratado de libre comercio "responda a las demandas y aspiraciones de sus respectivas sociedades", en referencia a ambas regiones. Además, señalaron que "ambas partes esperan alcanzar prontamente un acuerdo que se corresponda con la naturaleza estratégica de los lazos que vinculan a ambas partes y la crucial contribución que pueden ofrecer para tratar los desafíos globales en áreas tales como el desarrollo sostenible, la reducción de la desigualdad y el multilateralismo".
Las negociaciones para alcanzar un acuerdo entre los 27 países de la UE y los -ahora- cinco sudamericanos, llevan más de 20 años y llegaron a un punto de inflexión en 2019. Desde entonces se debaten los términos adicionales, que Lula catalogó que, en un primer borrador, catalogó de "coloniales" en su discurso de apertura, ante Fernández y el resto de sus pares de la región, los presidentes de Paraguay, Santiago Peña; Uruguay, Luis Lacalle Pou; y del recientemente incorporado, Bolivia, Luis Arce.
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Según informó Itamaraty la semana pasada en una conferencia de prensa, desde septiembre se llevan adelante reuniones semanales y en la jornada de este jueves el mandatario brasileño contó que él mismo se puso al frente de negociadores y de presidentes para "mostrarles la necesidad de llegar a un acuerdo". "Nunca antes en la historia del Mercosur se conversó con tanta gente, hasta hice un pedido al presidente de Francia para que deje de ser tan proteccionista", dijo en relación al mandatario que más obstáculos puso hasta el momento.
Los puntos de tensión son las exigentes normas ambientales que Europa quiere imponer a los sudamericanos –como la ley anti-deforestación, que prohibiría la exportación de commodities provenientes de un desmonte anterior al 31 de diciembre de 2020-; y una cláusula en los términos adicionales que busca permitir que los países europeos compitan con los brasileños en el sector de compras gubernamentales, es decir, los proveedores de todos los niveles del Estado.
Fernández en el Mercosur
La reunión entre los jefes de Estado que son miembros permanentes se llevó a cabo a puertas cerradas. Allí, el mandatario compartió la visión de su compañero brasileño al resaltar la "voluntad de hacer fuerte al Mercosur".
“En el mundo está naciendo un nuevo debate geopolítico en el que se está poniendo en crisis la hegemonía estadounidense, que empezó claramente con el retiro de las tropas de Afganistán, y que siguió con la guerra de Rusia y Ucrania que involucró a toda Europa, en gran medida, a pesar de Europa”, analizó Fernández ante sus pares.
Además, en consonancia con sus pares de Uruguay y Bolivia, dio el visto bueno para avanzar con un TLC con China, una iniciativa por la que Lacalle Pou puja hace más de un año.
Al cabo del encuentro de los presidentes, se espera la reunión conjunta de los Estados asociados: Chile, Perú, Colombia y Ecuador; se ratificó un acuerdo de libre comercio con Singapur, se llevó a cabo la ratificación del ingreso de Bolivia y se espera un cierre con un comunicado político conjunto, algo que no sucede desde hace un año cuando Uruguay se abstuvo de participar.
Bolivia llamó a negociar con China
Luis Arce participó en representación de Bolivia como flamante miembro permanente y respaldó la postura de Uruguay de negociar un tratado de libre comercio (TLC) con China. El mandatario dijo que coincide "plenamente con lo que ha planteado el hermano de Uruguay" y que también veía "a China como una muy buena opción para avanzar en desarrollo".
El uruguayo hace más de un año pide avanzar con el gigante asiático -algo que no puede hacer en soledad debido a los términos expuestos en el Tratado de Asunción del Mercosur- e insiste en la necesidad de modernización del bloque, para su flexibilización. Por su parte, el mandatario boliviano consideró que reactivar negociaciones con China puede servir incluso de estrategia al bloque sudamericano frente a las posturas conservadoras de la UE.
A su vez, resaltó que era "difícil llegar a acuerdos en esa línea ante nuevas formas de proteccionismo", como las políticas de Europa y Estados Unidos y las comparó con el grupo de los Brics, integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, al que calificó como "más abierto al diálogo".
"No solamente es China, también la India, los rusos, son una opción para nuestros países, dada la economía que ellos tienen, el mercado que representan y, sobre todo, la conducta que han demostrado durante todo el tiempo, sobre todo en la pandemia", dijo y detalló que durante la pandemia la mayor ayuda que recibió América Latina fue de los Brics.
Lacalle Pou insistió con China y pidió "no boicotear" acuerdos bilaterales
"Yo creo que no hay voluntad en avanzar en un TLC del Mercosur con China. Lo que queremos es que (el resto de los países miembro) no se opongan", reclamó el mandatario uruguayo, que en la última semana viajó al gigante asiático y logró que su país fuera denominado como "asociación estratégica integral", además de firmar 24 acuerdos.
"Todos sabemos que los servicios de relaciones exteriores han hablado individualmente con China para decirles que no sería bien visto por el bloque que haya acuerdos bilaterales con algún país miembro", aseguró, mirando al resto de sus pares. No obstante, destacó que los entendimientos que firmó con el presidente chino, Xi Jinping, "se menciona expresamente al Mercosur", por lo que le pidió a los socios del bloque que "asuman que nosotros fuimos primero y que vayan ustedes, porque China está dispuesta".
El Gobierno chino le pidió entonces "paciencia" a las autoridades uruguayas y que trabajen con sus socios del Mercosur para aplacar las tensiones.
Por otro lado, Lacalle Pou defendió el concepto de "modernizar" la alianza y planteó que le parecía "ilógico" que una asociación de países conducidos por personas y fuerzas políticas diferentes "quieran anclarse en el pasado".