El Ministerio de Salud de Japón anunció la autorización del uso de píldoras para llevar a cabo la interrupción del embarazo, aunque no estará cubierta por el seguro médico. En la isla, el aborto como procedimiento quirúrgico está permito hace más de 70 años, pero por lo general requiere consentimiento de la pareja. En 2021, el laboratorio británico Linepharma había presentado su solicitud para producir los medicamentos para garantizar la práctica.
El tratamiento combina la mifepristona, que detiene el desarrollo del embarazo actuando sobre la hormona progesterona; y el misoprostol, ingerido entre uno y dos días más tarde, que desencadena contracciones y hemorragias. Así se garantiza la eficacia en la interrupción de embarazos en el primer trimestre, reduce dolores y acelera el proceso.
Este método está autorizado en numerosos países. Su aprobación en Japón para poner fin a un embarazo de hasta nueve semanas es consecuencia del dictamen de un comité ministerial alcanzado tras largos debates. Según la televisión pública NHK, el costo total de la píldora abortiva y de una consulta médica ascenderá a unos 100.000 yenes (737 dólares), que no serán reembolsados por el seguro médico.
Actualmente, no se puede comprar sin el consentimiento de un médico, no está cubierta por el seguro y es el único medicamento que debe ingerirse frente a un farmacéutico para evitar el mercado negro.
La noticia se conoce en medio de una fuerte avanzada conservadora en Estados Unidos, luego de que la Corte Suprema revocara el año pasado del fallo que garantizaba el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo desde la década del setenta, dejando la decisión en manos de los estados.
Además, hace dos semanas, un juez de Texas suspendió la aprobación de la mifepristona a pedido de grupos cristianos y conservadores, pero una semana después, la misma Corte que derogó el aborto el año pasado, decidió garantizar el acceso a la píldora en respuesta a un recurso presentado por el Gobierno, mientras el caso legal se resuelve en los tribunales.