El Gobierno etíope acepta participar de negociaciones de paz con los rebeldes del Tigré

05 de octubre, 2022 | 09.24

El Gobierno de Etiopía anunció hoy que aceptó una invitación de la Unión Africana (UA) para participar de negociaciones de paz con rebeldes de la norteña región del Tigré, tras dos años de un conflicto que ha dejado miles de muertos y millones de desplazados.

Un asesor del primer ministro etíope, Abiy Ahmed, dijo que la decisión de negociar con el Frente Popular para la Liberación de Tigré (TPLF) va en línea con la postura del Gobierno de buscar una solución dialogada y de conversar sin condiciones previas.

"La UA envió una invitación (..) y el Gobierno de Etiopía la aceptó", dijo Redwan Hussein, asesor de seguridad nacional de Abiy, en su cuenta de Twitter.

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Hussein destacó que la invitación "va en línea con la postura de principios (de las autoridades etíopes) sobre una solución pacífica al conflicto y la necesidad de mantener conversaciones sin condiciones previas".

El TPLF, que es un partido que dominó la política de Etiopía durante 30 años hasta que fue marginado de su participación en el Gobierno por Abiy, asumido hace más de cuatro años, no se pronunció hasta ahora sobre el anuncio.

El Servicio de Comunicaciones del Gobierno etíope resaltó que "es conocido que el Gobierno ha expresado que las conversaciones deben ser mediadas únicamente por la UA y que deben tener lugar sin condiciones previas".

El un comunicado, agregó que el Gobierno "sigue comprometido a adoptar todas las medidas posibles para resolver el conflicto de una forma que garantice una paz duradera y la integridad territorial del país", informó la agencia de noticias Europa Press.

La guerra iniciada en el Tigré en noviembre de 2020 sufrió un recrudecimiento durante las últimas semanas tras el estallido de nuevos combates en agosto, después de cinco meses de tregua humanitaria pactada entre las partes.

La milicia rebelde denunció además una ofensiva a gran escala del Ejército de la vecina Eritrea en apoyo a las fuerzas etíopes.

El conflicto en Etiopía estalló tras un ataque del TPLF contra la principal base del Ejército, en el Tigré, situada en la ciudad de Mekelle, la capital de la norteña región.

Tras el ataque, Abiy ordenó una ofensiva contra el grupo tras meses de tensiones a nivel político y administrativo.

El TPLF acusa a Abiy de azuzar las tensiones desde su llegada al poder en abril de 2018, cuando se convirtió en el primer oromo, un grupo étnico del centro-sur del país, en acceder al cargo.

Hasta entonces, el TPLF había sido la fuerza dominante dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), sustentada en las etnias.

El grupo se opuso a las reformas de Abiy, que consideró como un intento de socavar su influencia.

El conflicto en el Tigré ha dejado miles de muertos, entre soldados etíopes y eritreos, milicianos del TPLF y civiles. No hay estimaciones oficiales sobre una cifra más concreta.

La ONU dice que 2,1 millones de personas tuvieron que abandonar sus casas por la violencia y establecerse en otras partes del país como desplazados internos.

Unas 60.000 personas más huyeron al extranjero, donde son refugiados.

En marzo pasado, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) estimaba que 4,6 millones de personas, es decir 83% de los cerca de 6 millones de habitantes de la región, se encontraban en situación de "inseguridad alimentaria".

Otros 2 millones de residentes sufrían "escasez extrema de alimentos".

La ONU ha denunciado durante mucho tiempo un "bloqueo humanitario" de Tigré, del cual el Gobierno y los rebeldes se responsabilizan mutuamente.

Con información de Télam