Ucrania ataca por primera vez a Rusia con misiles de EEUU, en el día 1.000 de la guerra

19 de noviembre, 2024 | 11.17

Ucrania usó el martes por primera vez misiles ATACMS estadounidenses para atacar territorio ruso, según Moscú, en un ataque considerado por Rusia como una escalada importante, en el día 1.000 de la guerra.

Rusia dijo que sus fuerzas derribaron cinco de los seis misiles disparados contra una instalación militar en la región de Bryansk, mientras que los restos de uno impactaron en la instalación, sin causar víctimas ni daños.

Ucrania dijo que había alcanzado un depósito de armas ruso a unos 110 kilómetros dentro de Rusia, lo que causó explosiones secundarias. No especificó qué armas había utilizado.

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El presidente Joe Biden autorizó esta misma semana que Ucrania use misiles estadounidenses de alcance medio para este tipo de ataques, lo que Moscú ha descrito como una escalada que convertiría a Washington en un combatiente directo en la guerra y provocaría represalias.

El ataque se realizó cuando se preparan vigilias para conmemorar los 1.000 días de guerra, con tropas cansadas en el frente, Kiev asediada por ataques aéreos y dudas sobre el futuro del apoyo occidental por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.

Los expertos militares dicen que los misiles estadounidenses pueden ayudar a Ucrania a defender un sector que ha capturado y que puede usar como moneda de cambio con Rusia, pero no es probable que cambien el curso de la guerra de 33 meses.

Se esperan cambios potencialmente más importantes en la postura de Estados Unidos cuando Trump regrese al poder dentro de dos meses, tras haber prometido poner fin a la guerra rápidamente, pero sin decir cómo.

En un discurso ante el Parlamento, el presidente Volodímir Zelenski dijo que los "momentos decisivos" de la guerra llegarían el próximo año.

"En esta fase de la guerra se está decidiendo quién prevalecerá. Si nosotros sobre el enemigo, o el enemigo sobre nosotros, los ucranianos... y los europeos. Y todos los que en el mundo quieren vivir libremente y no estar sometidos a un dictador".

El martes estaba prevista una conmemoración a la luz de las velas.

Miles de ciudadanos ucranianos han muerto, más de seis millones viven como refugiados en el extranjero y la población se ha reducido en una cuarta parte desde que el líder del Kremlin, Vladimir Putin, ordenó la invasión por tierra, mar y aire que inició el mayor conflicto en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Las pérdidas militares han sido catastróficas, aunque las cifras de bajas siguen siendo secretos muy bien guardados. Las estimaciones públicas occidentales basadas en informes de inteligencia afirman que cientos de miles de personas han resultado heridas o muertas en cada bando.

"En las trincheras heladas de la región de Donetsk y en las estepas ardientes de la región de Jersón, bajo proyectiles, granizo y cañones antiaéreos, luchamos por el derecho a vivir", escribió en Telegram el comandante en jefe de Ucrania, Oleksandr Syrkyi.

La tragedia ha conmovido a las familias de todos los rincones de Ucrania, donde los funerales militares son habituales en las grandes ciudades y en las aldeas más remotas, y la gente está agotada por las noches en vela de sirenas antiaéreas y angustia.

En el primer año tras la invasión, las tropas ucranianas hicieron retroceder a las fuerzas rusas en las afueras de Kiev y reconquistaron franjas de territorio con éxitos militares por sorpresa frente a un enemigo mayor y mejor armado.

Pero desde entonces, los enemigos se han instalado en una implacable guerra de trincheras que ha convertido en polvo las ciudades del este de Ucrania. Las fuerzas rusas siguen ocupando una quinta parte de Ucrania y durante el último año han ido ganando terreno de forma lenta pero constante.

El regreso de Trump, que ha criticado la magnitud de la ayuda estadounidense, pone en entredicho el frente unido de Occidente contra Putin, al tiempo que plantea la posibilidad de entablar conversaciones para poner fin a los combates. No se tiene constancia de que se hayan celebrado negociaciones de este tipo desde los primeros meses de la guerra.

PERSPECTIVA DE NEGOCIACIÓN PROVOCA ESCALADA

Moscú y Kiev han intensificado su presión para mejorar sus posiciones en el campo de batalla antes de las conversaciones.

Rusia, que ya contaba con drones de ataque iraníes y proyectiles de artillería y misiles balísticos norcoreanos, ha desplegado ahora 11.000 soldados norcoreanos, algunos de los cuales, según Kiev, se han enfrentado a las fuerzas ucranianas que han tomado una parte de la región rusa de Kursk. Zelenski dijo que Pionyang podría enviar 100.000 soldados.

Rusia sigue avanzando pueblo a pueblo en el este, y el martes se apoderó de otro asentamiento ucraniano.

Con la llegada del invierno, Moscú reanudó el domingo su ataque aéreo contra el sistema energético ucraniano, disparando 120 misiles y 90 aviones no tripulados en la mayor andanada desde agosto.

Moscú ha denunciado la decisión de Estados Unidos de permitir que Ucrania ataque con misiles en las profundidades de su territorio, afirmando que esto convertiría a Estados Unidos en combatiente directo.

El martes, Putin firmó una nueva doctrina nuclear, aparentemente concebida como una advertencia a Washington, que rebaja el umbral bajo el cual Rusia podría utilizar armas atómicas para incluir la respuesta a ataques que amenacen su integridad territorial.

Zelenski ha dicho que Ucrania debe hacer todo lo posible por poner fin a la guerra el año que viene por medios diplomáticos. Pero públicamente no se ha reducido el abismo en las posiciones negociadoras de los enemigos.

Kiev lleva mucho tiempo exigiendo la retirada total de Rusia de todo el territorio ocupado, y garantías de seguridad por parte de Occidente comparables a la pertenencia al tratado de defensa mutua de la OTAN, para evitar futuros ataques rusos.

El Kremlin afirma que Ucrania debe abandonar toda ambición de ingresar en la OTAN y retirar todas sus tropas de las provincias que Rusia afirma haberse anexionado desde su invasión.

Con el cambio de administración estadounidense, los países europeos se preparan para desempeñar un papel más importante en la defensa del continente.

"La escalada de actividades híbridas de Moscú contra la OTAN y los países de la UE no tiene precedentes por su variedad y escala, y crea un riesgo significativo para la seguridad", afirmaron el martes en una declaración conjunta los ministros de Asuntos Exteriores de Alemania, Francia, Polonia, Italia, España y Gran Bretaña.

Con información de Reuters