El presidente francés, Emmanuel Macron, recibió el sábado al mandatario electo de Estados Unidos, Donald Trump, en el Palacio del Elíseo de París, antes de la ceremonia de reapertura de la catedral de Notre-Dame.
El viaje a Francia marca el regreso de Trump a la escena mundial, mientras se prepara para hacer frente a una serie de crisis internacionales. Los líderes se saludaron con un firme apretón de manos y se dieron una calurosa palmada en la espalda.
Es el primer viaje al extranjero de Trump desde que ganó las elecciones presidenciales hace un mes y puede ofrecer a Macron una primera oportunidad de desempeñarse como mediador entre Europa y el impredecible político estadounidense, un papel que el líder francés ha disfrutado en el pasado.
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Trump dijo a Macron que habían disfrutado de un "éxito realmente grande" trabajando juntos durante su primer mandato. "Y ciertamente parece que el mundo se está volviendo un poco loco en este momento. Y hablaremos de ello", agregó.
A los líderes europeos les preocupa que Trump pueda retirar la ayuda militar estadounidense a Ucrania en un momento crucial de su guerra para repeler la invasión rusa.
Macron es un firme defensor de la alianza de la OTAN y de la lucha de Ucrania, mientras que Trump considera que las naciones europeas deben pagar más por su defensa común y que es necesario un acuerdo negociado para poner fin a la guerra de Ucrania.
Aunque Trump no tomará posesión hasta el 20 de enero, ya ha mantenido conversaciones con varios líderes mundiales, y los miembros de su equipo están tratando de ponerse al día sobre un creciente número de crisis, como Ucrania y Oriente Medio.
Macron invitó a Trump al desfile militar del Día de la Bastilla en París en julio de 2017, un espectáculo que inspiró al republicano a encargar su propio desfile militar en Washington para conmemorar el Día de la Independencia de Estados Unidos en 2019.
Trump recibió a Macron en una cena de Estado en la Casa Blanca en 2018, pero un año después ambos se pelearon por los comentarios que el líder francés hizo sobre el estado de la OTAN.
Macron, al que le quedan poco más de dos años como presidente, siguió un enfoque de evitar conflictos durante el primer mandato del republicano, con la esperanza de que dialogando con él podría obtener concesiones.
Pero con el paso de los años, las decisiones políticas sobre el clima, la fiscalidad e Irán, en particular, provocaron fricciones entre ambos. Al final, la relación fue más difícil.
Con información de Reuters