China nunca se comprometerá a renunciar al uso de la fuerza sobre Taiwán, afirmó el miércoles el gobierno de Pekín tras otra tanda de juegos de guerra y una visita del presidente chino, Xi Jinping, al escenario de una famosa derrota de las fuerzas taiwanesas.
China, que considera Taiwán -de gobierno democrático- como un territorio propio, organizó el lunes una jornada de simulacros a gran escala en torno a la isla, que calificó de advertencia a los "actos separatistas" tras el discurso pronunciado la semana pasada por el presidente de Taiwán, Lai Ching-te, con motivo del Día Nacional.
"Estamos dispuestos a luchar por la reunificación pacífica con la mayor sinceridad y empeño", declaró Chen Binhua, portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán, en una rueda de prensa celebrada en Pekín. "Pero nunca nos comprometeremos a renunciar al uso de la fuerza", añadió.
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Sin embargo, Chen afirmó que el objetivo de esta medida es la injerencia de "fuerzas externas" y el reducido número de separatistas de Taiwán, no la inmensa mayoría del pueblo taiwanés. Taiwán mantiene relaciones estrechas, aunque no oficiales, con Estados Unidos -uno de sus principales proveedores de armas- y sus aliados.
"No importa cuántas tropas tenga Taiwán ni cuántas armas adquiera, y no importa si intervienen fuerzas externas o no, si (Taiwán) se atreve a correr riesgos, conducirá a su propia destrucción", afirmó. "Nuestras acciones para defender la soberanía nacional y la integridad territorial no cesarán ni un momento".
Los medios estatales chinos informaron el miércoles de que el presidente Xi llegó el día anterior a la isla de Dongshan, en la provincia china de Fujian, situada frente a Taiwán y donde en 1953 China repelió un intento de invasión de militares taiwaneses.
El derrotado gobierno de la República de China huyó a Taiwán en 1949 tras perder una guerra civil contra los comunistas de Mao Zedong. Nunca se ha firmado un armisticio ni un tratado de paz.
Xi estuvo en la isla para informarse sobre los esfuerzos para revitalizar el campo y la "transmisión de los genes rojos y el fortalecimiento de la protección del patrimonio cultural", dijo el oficial Diario del Pueblo, en referencia al color del Partido Comunista.
(Reporte adicional de Yimou Lee en Taipéi; editado en español por Carlos Serrano)