Los rebeldes sirios dijeron el jueves que habían comenzado a empujar hacia Hama, una importante ciudad donde las fuerzas progubernamentales respaldadas por intensos ataques aéreos rusos están tratando de evitar una nueva victoria rebelde y detener el avance relámpago de los insurgentes.
El comandante rebelde Hasán Abdul Ghany publicó en las redes sociales que los insurgentes habían comenzado a penetrar en Hama. Los medios de comunicación estatales habían informado anteriormente de que las fuerzas progubernamentales habían repelido un ataque.
Los insurgentes han estado luchando para tratar de entrar en Hama desde el martes y hubo intensos combates durante la noche con el ejército sirio y grupos de milicianos aliados respaldados por Irán, apoyados por un bombardeo ruso, dijeron ambas partes.
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Los rebeldes tomaron la semana pasada la principal ciudad del norte, Alepo, y desde entonces han empujado hacia el sur desde su enclave en el noroeste de Siria, alcanzando una colina estratégica justo al norte de Hama el martes y avanzando hacia los flancos este y oeste de la ciudad el miércoles.
Hama ha permanecido en manos del Gobierno durante toda la guerra civil, que estalló en 2011 como una rebelión contra el presidente Bashar al-Asad. Su caída en manos de una insurgencia reavivada conmocionaría a Damasco y a sus aliados rusos e iraníes.
La ciudad se encuentra a más de un tercio del camino de Alepo a Damasco y su captura abriría el camino a un avance rebelde sobre Homs, la principal ciudad central que funciona como un cruce de caminos que conecta las regiones más pobladas de Siria.
Hama también es fundamental para el control de dos importantes ciudades con grandes comunidades religiosas minoritarias, Muhrada, que alberga a numerosos cristianos, y Salamiya, donde hay una población importante de musulmanes ismailíes.
La facción rebelde más poderosa es la islamista suní Hayat Tahrir al-Sham (HTS), antigua filial de al-Qaeda en Siria. Su líder, Abu Mohamed al-Golani, se ha comprometido a proteger a las minorías religiosas de Siria, pero muchos siguen temiendo a los insurgentes.
El miércoles Golani visitó la histórica ciudadela de Alepo, un momento simbólico para los rebeldes, que fueron expulsados de la ciudad en 2016 tras meses de asedio e intensos combates, su mayor derrota de la guerra. Alepo era la ciudad más grande de Siria antes de la guerra.
Rusia e Irán fueron cruciales para que Asad lograra recuperar la mayor parte del territorio sirio y todas las ciudades principales entre 2015 y 2020, y han jurado volver a ayudarle.
Sin embargo, Moscú ha estado centrado en la guerra de Ucrania, mientras que el aliado regional más importante de Irán, Hezbolá, que durante años desempeñó un papel fundamental apuntalando a Asad en Siria, ha sufrido grandes pérdidas en Líbano ante Israel en los últimos dos meses.
Con información de Reuters