Los tanques israelíes llevaron a cabo el miércoles un segundo día de ataques en Ráfah, después de que Washington dijera que el asalto no equivalía a una gran incursión terrestre en la ciudad del sur de Gaza que las autoridades estadounidenses habían pedido a Israel que evitara.
Los tanques israelíes avanzaron el martes por primera vez hasta el corazón de Ráfah tras una noche de intensos bombardeos, desafiando un llamamiento de la Corte Internacional de Justicia para que pusiera fin a su ataque contra la ciudad, uno de los últimos lugares de refugio en Gaza.
Estados Unidos, el aliado más cercano de Israel, reiteró su oposición a una gran ofensiva terrestre israelí en Ráfah, pero dijo el martes que no creía que tal operación estuviera en marcha.
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A diferencia de las tácticas utilizadas en la ofensiva terrestre israelí en el resto del enclave, los residentes de Ráfah afirmaron que los tanques israelíes realizaron incursiones en Tel al-Sultan, en el oeste de Ráfah, en Yibna y cerca de Shaboura, en el centro, antes de retirarse a posiciones cercanas a la frontera con Egipto.
Las alas armadas de Hamás y la Yihad Islámica dijeron que se enfrentaron a las fuerzas invasoras con cohetes antitanque y bombas de mortero, además de hacer estallar artefactos explosivos colocados previamente.
El ejército israelí dijo que tres soldados habían muerto y otros tres habían resultado gravemente heridos en combates en el sur de Gaza el miércoles, sin dar más detalles. La emisora pública israelí Kan dijo que habían resultado heridos por un artefacto explosivo colocado en un edificio de Ráfah.
Autoridades sanitarias palestinas dijeron que varias personas resultaron heridas el miércoles por la mañana por fuego israelí en la zona oriental de Ráfah, donde también dijeron que algunos almacenes de ayuda fueron incendiados.
Los residentes afirmaron que los constantes bombardeos israelíes destruyeron durante la noche muchas viviendas de la zona, de donde la mayoría de la población ha huido tras las órdenes de evacuación dadas por Israel.
Algunos residentes dijeron haber visto lo que describieron como vehículos blindados robotizados no tripulados abriendo fuego con ametralladoras en algunas partes de la ciudad.
La agencia de noticias pro Hamás Shebab, así como algunos residentes y periodistas, informaron de cortes de Internet y de las comunicaciones móviles en algunas zonas tanto del este como del oeste, en medio de los intensos bombardeos aéreos y terrestres israelíes. El ejército israelí dijo que no podía confirmar las informaciones.
En el norte de Gaza, los tanques bombardearon varios barrios de la ciudad de Gaza, y las fuerzas se adentraron en Jabalia, el mayor de los ocho campos de refugiados históricos más grandes del enclave, y los residentes afirmaron que el ejército había destruido grandes distritos residenciales.
VARIOS HOSPITALES MÁS DEJAN DE FUNCIONAR, SEGÚN EL MINISTERIO DE SANIDAD PALESTINO
El Ministerio de Sanidad dijo que varios hospitales de zonas donde opera el ejército israelí habían dejado de funcionar.
Alrededor de un millón de palestinos se refugiaron en Ráfah, en el extremo sur de la Franja de Gaza, tras las ofensivas israelíes en la mayor parte del resto del enclave durante más de siete meses de guerra contra los milicianos de Hamás.
Aproximadamente ese mismo número de personas han huido ya de Ráfah tras las órdenes israelíes de evacuación, según informó el martes la agencia de la ONU para los refugiados palestinos UNRWA.
La Media Luna Roja Palestina (MLRP) dijo que había evacuado a sus equipos médicos de su hospital de campaña en el área de al-Mawasi, una zona designada para la evacuación de civiles.
En su comunicado, emitido a última hora del martes, citaba "el aumento del nivel de amenaza por parte de la ocupación israelí, los continuos bombardeos aéreos y de artillería en las inmediaciones y la evacuación completa de los residentes de los alrededores".
En la cercana ciudad de Jan Yunis, un ataque aéreo israelí mató a tres personas durante la noche, entre ellas Salama Baraka, ex alto cargo de la policía de Hamás, según informaron el miércoles médicos y medios de comunicación de Hamás.
La Media Luna Roja Palestina dijo que uno de sus empleados, Issam Aqel, había muerto en un ataque aéreo israelí contra su casa en el campo de refugiados de Bureij, en el centro de la Franja de Gaza. Según la organización, su muerte eleva a 30 el número de miembros del personal muertos desde el 7 de octubre, al menos 17 de ellos en acto de servicio.
El ejército israelí negó haber atacado el martes un campamento de tiendas de campaña situado en una zona designada para la evacuación de civiles al oeste de Ráfah, después de que las autoridades sanitarias de Gaza dijeran que los bombardeos de los tanques israelíes habían matado allí al menos a 21 personas.
Tanto Hamás como las autoridades sanitarias de Gaza rechazaron el desmentido israelí y culparon a Israel de lo que describieron como una "masacre".
Casi ocho meses después del inicio de la guerra, las dos partes seguían lejos de alcanzar un acuerdo para el alto el fuego y el intercambio de rehenes cautivos en Gaza por varios palestinos recluidos en cárceles israelíes.
Israel entregó a Qatar su última propuesta de alto el fuego y liberación de rehenes, y Qatar debía entregársela a Hamás el martes, según dijo una persona familiarizada con el asunto. Hamás, que ha afirmado que las conversaciones son inútiles a menos que Israel ponga fin a su ofensiva sobre Ráfah, no se ha pronunciado al respecto este miércoles.
Más de 36.000 palestinos han muerto en la ofensiva israelí contra Gaza, según el Ministerio de Sanidad del enclave.
Israel lanzó su guerra aérea y terrestre después de que milicianos dirigidos por Hamás atacaran comunidades del sur de Israel el 7 de octubre, matando a unas 1.200 personas y secuestrando a más de 250 rehenes, según los recuentos israelíes.
La desnutrición está muy extendida en Gaza y las entregas de ayuda se han ralentizado hasta convertirse en un goteo. Las agencias internacionales de ayuda acusan a Israel de bloquear sus intentos de distribución e Israel culpa a las agencias.
En un nuevo revés a los esfuerzos de ayuda, parte de un nuevo muelle de ayuda puesto en marcha por el ejército estadounidense frente a la costa de Gaza se rompió, probablemente debido al mal tiempo, dejándolo fuera de servicio temporalmente, dijeron el martes dos responsables estadounidenses.
(Información y redacción de Nidal al-Mughrabi; editado por Philippa Fletcher; editado en español por Mireia Merino)