Los ataques aéreos israelíes que mataron a trabajadores humanitarios internacionales en Gaza en abril se debieron a graves fallos operativos, pero no fueron intencionados, según una revisión del incidente realizada por el Gobierno australiano y publicada el viernes.
Tres ataques aéreos israelíes alcanzaron el convoy de vehículos de ayuda que atravesaba Gaza el 1 de abril, matando a siete miembros del personal de World Central Kitchen (WCK). Entre los muertos había palestinos y ciudadanos de Australia, Reino Unido y Polonia.
Las muertes provocaron la condena generalizada de los aliados de Israel y acusaciones de que éste había atacado deliberadamente a los trabajadores humanitarios, afirmación que rechazó.
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Un estudio australiano sobre las muertes afirmó que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) decidieron lanzar misiles contra el convoy tras creer erróneamente que estaba siendo secuestrado por combatientes de Hamás, que en realidad eran guardias de seguridad contratados localmente.
Además, la información sobre los movimientos del convoy de WCK no había llegado al equipo de las FDI que estaba detrás del ataque, dijo. Esta confusión se vio agravada porque los responsables israelíes no podían comunicarse directamente con el convoy de ayuda, añadió el informe.
El personal de las FDI también violó los procedimientos estándar al ordenar el segundo y tercer ataque contra el convoy sin llevar a cabo otro proceso de identificación, dijo.
"En este incidente, parece que fallaron los controles de las FDI, lo que condujo a errores en la toma de decisiones y a una identificación errónea, probablemente agravada por un nivel de sesgo de confirmación", según el Mariscal Jefe del Aire Mark Binskin, que viajó a Israel para investigar las muertes.
"Basándome en la información de que dispongo, considero que el ataque de las FDI contra los trabajadores humanitarios de la WCK no iba dirigido consciente o deliberadamente contra la WCK".
La investigación israelí de las muertes había sido "oportuna, apropiada y, con algunas excepciones, suficiente", afirmó.
Las FDI habían calificado el incidente de grave error y destituido a dos altos mandos implicados en los ataques. Otros tres mandos fueron amonestados formalmente.
La ministra de Asuntos Exteriores, Penny Wong, pidió al Gobierno israelí que se disculpara y afirmó que Australia deseaba que se exigieran responsabilidades a los culpables, incluidos cargos penales si procedía.
Wong dijo que había escrito a su homólogo israelí pidiendo una mayor protección para los trabajadores humanitarios.
"No se trata de un incidente aislado", afirmó.
"Hemos visto morir a 250 trabajadores humanitarios durante este conflicto y también hemos visto sucesos recientes en los que se ha disparado contra vehículos de la ONU y está claro que hay que hacer más", insistió.
Con información de Reuters