Hombres armados no identificados pusieron en fila a los mineros de una pequeña mina de carbón privada en el suroeste de Pakistán y les dispararon el viernes, según la policía y medios de comunicación, matando al menos a 20 personas e hiriendo a siete, en un aumento de la violencia en la conflictiva región.
El ataque, perpetrado a primera hora de la mañana en la provincia de Baluchistán, rica en minerales y fronteriza con Afganistán e Irán, es el peor en semanas y ocurre días antes de que el país acoja una cumbre del grupo euroasiático Organización de Cooperación de Shanghái.
También se produce cuando Islamabad recibe a una delegación de Arabia Saudí que está explorando acuerdos mineros en el país del sur de Asia, que intenta recuperarse de una crisis económica.
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Ningún grupo reivindicó la autoría del ataque del viernes, en el que murieron cuatro ciudadanos afganos y otras cuatro personas del país resultaron heridas.
"Un grupo de hombres armados atacó de madrugada las minas de la empresa Junaid Coal en la zona de Duki utilizando armas pesadas", dijo Humayun Khan, comisario de policía de la localidad, situada al este de la ciudad de Quetta.
También dispararon cohetes y granadas contra las minas, añadió.
Los atacantes reunieron a los mineros en un lugar y abrieron fuego contra ellos, informaron medios locales. Los responsables dijeron que también destruyeron equipos e incendiaron maquinaria minera.
Baluchistán sufre problemas desde hace décadas, ya que los grupos insurgentes baluchíes luchan contra el Estado, alegando que les niega su parte de los recursos regionales.
Varios de los ataques se han dirigido contra trabajadores inmigrantes, muchos de los cuales —incluidos afganos— trabajan en pequeñas minas privadas.
En la zona hay diez minas de carbón, dijo un responsable de la empresa a medios locales.
"Hemos recibido 20 cadáveres y seis heridos en el hospital del distrito", dijo Johar Khan Shadizai, médico de Duki.
El primer ministro, Shehbaz Sharif, pidió un informe sobre el incidente y dijo que el Gobierno estaba "decidido a erradicar todas las formas de terrorismo".
"El gobierno provincial ha ordenado una investigación y se ha registrado el caso contra los agresores desconocidos en virtud de la ley antiterrorista", dijo un responsable.
En Pakistán ha resurgido la militancia islamista desde 2022, cuando se rompió el alto el fuego entre los talibanes paquistaníes y el Gobierno.
Dos ciudadanos chinos que trabajaban para una central eléctrica murieron en una explosión cerca del aeropuerto internacional de la ciudad de Karachi a principios de esta semana.
El Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA, por sus siglas en inglés), uno de los varios grupos insurgentes que luchan contra el Gobierno, reivindicó la autoría del ataque.
El BLA también estuvo detrás de la violencia más generalizada en Baluchistán en años, en agosto, cuando milicianos separatistas atacaron comisarías, líneas de ferrocarril y carreteras, matando a más de 70 personas.
El mes pasado, hombres armados mataron también a siete personas al asaltar una residencia de trabajadores del Punjab.
Con información de Reuters
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