El populista antiislamista neerlandés Geert Wilders presenció el martes la primera toma de posesión de ministros de su partido en el nuevo Gobierno de derechas de Países Bajos, casi un año después de la dimisión de la anterior administración.
El líder de ultraderecha Wilders, claro vencedor de las elecciones generales del año pasado, no formará parte del Gobierno, pero su sombra será alargada mientras siga liderando su Partido de la Libertad desde el Parlamento.
Wilders, que fue condenado por discriminación tras insultar a marroquíes en un mitin de campaña en 2014, solo consiguió cerrar un acuerdo de coalición con otros tres partidos conservadores en mayo, después de que renunciara a ser primer ministro.
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En su lugar, el gabinete estará dirigido por el independiente y no electo Dick Schoof, un burócrata de carrera que ha dirigido la agencia de inteligencia neerlandesa AIVD y fue alto cargo del ministerio de Justicia.
Schoof fue propuesto para aliviar las preocupaciones sobre la retórica antiislamista de Wilders entre sus principales socios de coalición, el VVD del primer ministro saliente Mark Rutte y el centrista NSC.
Pero Wilders, que lleva 20 años viviendo bajo estrictas medidas de seguridad debido a las amenazas de muerte islamistas, ha dicho que no cambiará su tono, y la semana pasada dijo a sus 1,4 millones de seguidores en la red social X que sigue considerando el islam una "religión despreciable, violenta y odiosa".
Ha seleccionado a miembros de línea dura de su partido para que le representen en el gabinete, entre ellos varios que en el pasado han afirmado que el Gobierno estaba trabajando activamente en la sustitución de la población neerlandesa por inmigrantes.
El Gobierno entrante tendrá que atenerse al acuerdo alcanzado por los cuatro partidos, que prevé medidas drásticas contra la inmigración y excepciones a las normas comunitarias de asilo y medio ambiente.
Se espera que Schoof y su equipo presenten planes detallados antes de septiembre.
No tendrán mucho margen para gastar, ya que la quinta economía de la eurozona vio cómo su fuerte auge tras la pandemia acabó en recesión el año pasado.
El desempleo se mantendrá relativamente bajo, pero se prevé que el acuerdo de coalición sitúe el déficit presupuestario del Gobierno cerca del máximo comunitario del 3%.
El nuevo Gobierno será el primero desde 2010 sin Mark Rutte, que en octubre será secretario general de la OTAN.
El primer ministro más longevo de Países Bajos se despidió el domingo con un discurso televisado, en el que subrayó la necesidad de cooperación.
"Países Bajos tiene una tradición única de compromiso y asunción de responsabilidades y es importante que la mantengamos", dijo desde su ya despejado despacho. "Juntos somos más fuertes que solos".
Con información de Reuters
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