El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) en la provincia de Formosa, Edgardo Hoyos, mostró su preocupación por la situación que atraviesa la construcción, la cual “se agudizó en diciembre” tras la asunción del nuevo Gobierno nacional que implementó varias medidas de ajuste.
En este contexto, este jueves se reunió el Consejo Federal de la Cámara Argentina de la Construcción, donde están representadas más de 1400 empresas socias de todo el país y sus Delegaciones, para declarar el estado de emergencia en todo el país.
Cabe destacar que el gobernador Gildo Insfrán, al anunciar los aumentos salariales para la Administración Pública Provincial, informó que actualmente, por orden del presidente Javier Milei, "se suspendieron las viviendas, caminos en construcción y las obras que estaban con financiamiento ya firmado con organismos multilaterales de créditos, o sea internacionales”. “Hay más de 3200 obras en ejecución en el país que ahora se encuentran totalmente paralizadas”, alertó.
En comunicación con El Destape, Hoyos aseguró que a diferencia del año pasado, desde la asunción de Javier Milei como presidente la situación "pasó a un corte total de pagos" en materia de obra pública. “La obra pública da la mayor cantidad de trabajo, en la Argentina casi el 80% es obra pública”, explicó para subrayar el impacto laboral que tiene el sector.
Ante esta situación, advirtió que CAMARCO le da trabajo a 500 mil obreros a lo largo de todo el país: la mitad de ellos se ven absorbidos por el sector privado, mientras que la otra mitad se dedica al trabajo en la obra pública. "Entonces unos 250 mil obreros de todo el país se van a quedar en la calle", aseguró.
Bajo esta línea, Hoyos afirmó que “hay 140 industrias que trabajan a la par del desarrollo de las obras en distintos tipos, cada una de ellas a la vez tiene un número importante de obreros, por lo que si esto se extiende en el tiempo muchas de ellas entrarán en crisis”. "Las empresas, hoy por hoy, no podrán aguantar seis u ocho semanas, porque van a tener que reducir prácticamente a cero la planta de producción", agregó.
Con respecto al impacto social que tendrá la paralización de la obra pública a la larga, el ingeniero advirtió: "Por un lado va a haber un impacto negativo ya que la sociedad no va a tener esas obras, sean hospitales, escuelas, viviendas, cloacas o agua. Otro impacto terriblemente negativo es que la industria de la construcción es multiplicadora de las economías regionales y nacionales. Al parar una obra en una localidad, se para todo, porque la obra no solamente absorbe a obreros, sino que ellos tienen que invertir en los elementos básicos de primera necesidad. Todos los rubros de la economía que dependen también de cada persona también se van a ver terriblemente afectados".
“Me cuesta decirlo, pero para las familias les va a significar no poder contar con el sustento que hoy tienen porque quizás la jefa o el jefe de familia que hoy depende de un puesto laboral, en alguno de los aspectos de la obra pública, se quedará sin él desgraciadamente”, lamentó.
El plan de Milei
Consultado respecto de la estrategia de Milei para apuntar directamente contra la obra pública, aseguró que no comprenden cuál es la estrategia del presidente. Si bien entienden que busca lograr el déficit fiscal cero, no consideran que el PBI invertido para la obra pública deba verse como un gasto.
"He pasado por bastantes situaciones críticas del país, pero ningún presidente llevó a cero la obra pública. Todos los presidentes, de cualquier signo político, sean malos, buenos o regulares, siempre mantuvieron la obra pública", añadió.
Por último, puso como ejemplo los casos de países de primer mundo y su relación con la obra pública: "Mundialmente, solamente el 20% de la obra que se hace en cada país se hace con el emprendimiento privado, como quieren implementar este nuevo gobierno. Hablemos de Italia, de Francia, de Alemania, de Dinamarca. Hay un 20% que se hace con inversión privada en las obras, el otro porcentaje es la inversión del Estado, porque hay un porcentaje muy grande de la población en cada país que no tiene dinero para pagar las obras que se hacen".