El número de muertos por las inundaciones en Myanmar aumentó al menos a 113 hasta la noche del sábado, informó el domingo el gobierno militar del país, tras las fuertes lluvias provocadas por el tifón Yagi, que ha causado estragos en algunas zonas del sudeste asiático.
Al menos 320.000 personas han sido desplazadas y 64 siguen desaparecidas, declaró el portavoz del gobierno, Zaw Min Tun, según un boletín nocturno de la cadena estatal MRTV.
"El gobierno está llevando a cabo una misión de rescate y rehabilitación", declaró.
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El mal tiempo provocado por el tifón Yagi, la tormenta más fuerte que ha azotado Asia este año, ha matado a cientos de personas en Vietnam y Tailandia, y las aguas de los ríos crecidos han inundado ciudades de ambos países.
Las inundaciones en Myanmar comenzaron el pasado lunes y, según los medios de comunicación estatales, al menos 74 personas habían muerto hasta el viernes.
Myanmar está sumida en la confusión desde el golpe militar de febrero de 2021, y la violencia ha invadido amplias zonas del país.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) dijo que las lluvias de la tormenta afectaron principalmente a la capital Naipyidó, así como a las regiones de Mandalay, Magway y Bago, junto con el este y el sur del estado de Shan, los estados de Mon, Kayah y Kayin.
"La zona central de Myanmar es actualmente la más afectada, con numerosos ríos y arroyos que descienden de las colinas de Shan", señaló la OCHA.
Han surgido informes de más muertes y deslizamientos de tierra, pero la recopilación de información ha sido difícil debido a la infraestructura dañada y a las líneas telefónicas y de Internet caídas.
Los medios de comunicación estatales también informaron de que las inundaciones habían destruido cinco presas, cuatro pagodas y más de 65.000 casas.
Alrededor de un tercio de los 55 millones de habitantes de Myanmar necesitan ayuda humanitaria, pero muchas agencias de ayuda, como el Comité Internacional de la Cruz Roja, no pueden operar en muchas zonas debido a las restricciones de acceso y los riesgos de seguridad.
Con información de Reuters