Un hombre de 26 años murió el domingo mientras estaba recluido en un centro británico de detención de migrantes que ya había sido criticado anteriormente en una investigación pública por someter a las personas a un trato inhumano.
El Ministerio del Interior británico dijo que no podía hacer más comentarios mientras se llevaba a cabo una investigación. Expresó sus condolencias a la familia y amigos del hombre.
El contratista Serco confirmó el incidente pero no hizo más comentarios. Serco gestiona el centro (Brook House), situado cercano al aeropuerto de Gatwick, en el sur de Inglaterra.
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Miles de personas en Reino Unido se encuentran actualmente recluidas en uno de los siete centros de expulsión de migrantes, a la espera de ser deportadas o de que se les permita permanecer en el país. No hay límite para la duración del internamiento.
Una investigación pública realizada el año pasado reveló que algunos detenidos en Brook House habían sido sometidos a un trato inaceptable, incluido el uso de la fuerza o de métodos de coerción peligrosos, y describió una cultura tóxica en el centro.
La investigación se inició a raíz de un documental de la BBC en el que se revelaba que el personal empleado por la empresa subcontratada G4S, que gestionaba Brook House, agredió física y verbalmente a los detenidos en repetidas ocasiones.
El Gobierno dijo entonces que se habían realizado mejoras significativas desde entonces.
El incidente del domingo se conoce casi un año después de que un hombre albanés de 37 años muriera tras intentar suicidarse mientras estaba detenido en Brook House.
El Gatwick Detainees Welfare Group, que apoya a los detenidos en el centro, dijo: "Brook House es arquitectura carcelaria y nadie debería dar allí su último suspiro. Lamentamos que un joven haya muerto antes de poder ser libre".
Con información de Reuters