El exsecretario de Relaciones Exteriores de México, un descendiente de una legendaria familia política y el jefe del partido gobernante suenan para ocupar altos cargos en las empresas estatales de energía para el gobierno de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, dijeron fuentes, sugiriendo que la astucia política prevalecerá sobre la experiencia técnica.
El gabinete de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, estará compuesto por una mezcla de caras nuevas y rostros conocidos cuando se anuncie la próxima semana, dijeron fuentes de su equipo, mientras busca continuar el proyecto de su predecesor y, al mismo tiempo, estampar su sello propio.
Las estatales Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) han sido vitales para la visión del presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, de lograr la "soberanía energética" del país "rescatándolas" financiera y operativamente.
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Sheinbaum, una física con doctorado en ingeniería energética, enfrenta un difícil acto de equilibrismo entre cumplir su promesa de continuar con las políticas de su mentor López Obrador, conocido como AMLO, y, al mismo tiempo, mejorar el historial ambiental de México aumentando la generación de energías limpias.
Uno de los nombres que circulan para tomar las riendas de Pemex, una de las petroleras más endeudadas del mundo pero que sigue siendo una de las principales fuentes de ingresos del Estado, es el etnohistoriador Lázaro Cárdenas, exasesor de López Obrador, exgobernador de Michoacán e hijo del líder histórico de la izquierda mexicana, Cuauhtémoc Cárdenas.
Dos fuentes cercanas a Sheinbaum dijeron que Cárdenas era uno de los favoritos para el puesto, aunque también podría ser una opción para encabezar la Secretaría de Energía.
Cárdenas carece de experiencia en la industria energética, pero tiene la gran ventaja de llevar el nombre de su abuelo, quien como presidente mexicano en 1938 fue el padre de la nacionalización de la industria petrolera, dando origen a Pemex.
La petrolera, que ha recibido durante el actual Gobierno apoyos por más de 90,000 millones de dólares entre inyecciones de capital, beneficios fiscales y rebajas impositivas, tiene una deuda financiera de más de 100,000 millones de dólares además de 20,000 millones de dólares en compromisos con proveedores.
Fuentes sugieren que el linaje de Cárdenas lo hace poco proclive a impulsar una reforma dramática en Pemex, aunque sí deberá cuidar las delicadas finanzas para evitar más golpes a la calificación crediticia de la petrolera, fuertemente ligada a la del soberano.
PREOCUPACIONES
Designar a pesos pesados políticos con poca experiencia en la industria para las principales empresas estatales es común en México. El director general de Pemex durante el actual sexenio, Octavio Romero, es un ingeniero agrónomo oriundo del estado natal de AMLO y fue uno de sus funcionarios cuando gobernó la capital del país.
Dentro de la industria petrolera se ha mencionado el nombre del subsecretario de Hacienda y consejero de Pemex, Gabriel Yorio así como a Luz Elena González, exsecretaria de Administración y Finanzas de Ciudad de México.
Cárdenas, Yorio ni González respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios.
"Debido a sus evidentes implicaciones en el mercado, el nombramiento del (director general de Pemex) mostrará el enfoque de Sheinbaum hacia una entidad clave para su prioridad de impulsar el historial de transición energética de México", dijo Matías Gómez Léautaud, analista de Eurasia.
En CFE, el mayor proveedor de energía del país, el excanciller Marcelo Ebrard y el presidente del gobernante Morena, Mario Delgado, son los favoritos para asumir el cargo, según las dos fuentes del equipo de Sheinbaum.
Ninguno de los dos tiene experiencia en energía, pero ambos ejercen una influencia significativa, lo que nuevamente sugiere la importancia para Sheinbaum de tener conocimientos políticos sobre experiencia tecnocrática, según las fuentes.
La CFE ha estado en el centro de las medidas de López Obrador para aumentar la participación del Estado en la generación de energía. Pero tanto CFE como Pemex han sido criticadas por sus malos antecedentes ambientales y los inversionistas estarán atentos a si Sheinbaum puede lograr cambios en las empresas estatales.
Los críticos también han señalado a la CFE por no aumentar significativamente la capacidad de generación, mientras México se ha visto afectado por apagones en medio de temperaturas récord y una fuerte sequía.
El equipo de comunicaciones de Delgado y Ebrard declinaron hacer comentarios.
"Siempre hemos esperado un alto grado de continuidad dado el alineamiento de Sheinbaum con las prioridades del presidente Andrés Manuel López Obrador", dijo Gómez Léautaud.
"En algunas áreas, como la Secretaría de Hacienda, la continuidad es una buena señal para los mercados (...) en otras, como la gestión de Pemex, generaría más preocupaciones ante la falta de resultados de la actual administración en este frente", puntualizó.
Con información de Reuters