La ayuda a los habitantes y turistas de la ciudad mexicana de Acapulco, devastada por el paso del huracán Otis con un saldo de 27 muertos, comenzó a llegar hoy, informaron las autoridades gubernamentales.
Por su parte, los meteorólogos vigilan la formación un nuevo meteoro con potencial ciclónico en el océano Pacífico.
Las autoridades han desplegado más de 10.000 militares y efectivos de la Guardia Nacional, pero también se vieron obligados a reforzar la seguridad callejera en medio de escenas de saqueos de comercios y asalto de camiones que llevan agua y alimentos, consignó la agencia AFP.
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Además, ya se siente la escasez de combustibles en esta ciudad del estado de Guerrero, en la costa sur de México, en medio de los síntomas de desabastecimiento por la interrupción que se registró de las vías de comunicación.
"Los uniformados han montado puntos de control en las carreteras para revisar los vehículos que van cargados de distintos productos, permitiendo que lleven sólo alimentos y productos de primera necesidad", se indicó.
En esos controles, fueron decomisadas bebidas alcohólicas, electrodomésticos y hasta juguetes, que se presume fueron sustraídos de tiendas, producto de los saqueos.
El gobierno mexicano detalló en un comunicado que ya entregaron 1.170 canastas de ayuda y este sábado se pretendía distribuir otras 10.000 en los sectores más empobrecidos de Acapulco, una ciudad portuaria de 780.000 habitantes
Acapulco, uno de los balnearios más populares del país, seguía sin telecomunicaciones, ni energía eléctrica en amplias zonas, mientras las calles mostraban pilas de escombros y árboles caídos, complicando el paso de vehículos.
Por otra parte, la Comisión Nacional del Agua seguía el desarrollo de un nuevo meteoro en el Pacífico sur, en las costas del estado de Chiapas (sur) y Centroamérica.
Las condiciones atmosféricas son propicias para "el desarrollo de una depresión tropical" para inicios de la próxima semana, detalló un reporte del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
Otis desafió todos los pronósticos y récords meteorológicos al pasar en unas seis horas de tormenta tropical a un huracán del máximo grado que golpeó la costa del estado de Guerrero con vientos sostenidos de 270km/h.
Las autoridades mantienen por ahora la cifra de 27 fallecidos y cuatro desaparecidos pese a que medios locales han reportado el hallazgo de más cadáveres en distintos puntos de Acapulco.
Con información de Télam