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El paso del huracán Otis, que ascendió a categoría 5 y tocó tierra con vientos mayores a 250 km/h, dejó hoy incomunicado el puerto de Acapulco, en el Pacífico mexicano, con vías bloqueadas y cortes de energía y comunicaciones, lo que impedía al gobierno determinar la dimensión de los daños y número de víctimas, informaron las autoridades del país.
"Hasta ahora no tenemos datos sobre pérdida de vidas humanas, pero no hay comunicación. Sí daños materiales, ruptura de caminos; la propia autopista llegando a Acapulco tiene derrumbes", dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su habitual rueda de prensa matutina, consignó la agencia AFP.
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El ciclón, que pasada la medianoche local tocó tierra con vientos mayores a 250 km/h, se ubicó a 160 km al noroeste del popular balneario, con vientos sostenidos de 130 km/h (categoría 1), y se desplazaba a 17 km/h, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC).
El mandatario añadió que su gobierno trabaja para restablecer la comunicación en la zona afectada, mientras que un convoy con ayuda humanitaria, encabezado por los ministros de Defensa, Marina, Seguridad y Comunicaciones, partía hacia el puerto por tierra, ante la imposibilidad de llegar por avión.
"Lo urgente es atender a la población afectada, no tenemos todavía la evaluación de daños porque no hay comunicación", dijo Laura Velázquez, coordinadora nacional de Protección Civil al medio televisivo Milenio.
La funcionaria insistió en que por ahora resultaba imposible informar sobre cifras de lesionados o muertos.
El sur de México sigue afectado por los "fuertes vientos" y las "intensas lluvias" que podrían provocar inundaciones y deslaves de tierra, advirtió el NHC.
La empresa eléctrica estatal CFE informó que había logrado restablecer el suministro al 40% de los más de 504.000 usuarios afectados en el estado, la mayoría de ellos localizados en Acapulco.
A medida que se interne en la zona montañosa del estado de Guerrero (sur), Otis perderá más fuerza y podría disiparse hoy por la noche.
El ciclón cobró una fuerza inesperada en cuestión de horas, pues apenas al mediodía del martes todavía era una tormenta tropical, tomando por sorpresa a autoridades y pobladores de los estados afectados, especialmente Guerrero.
"Pocas veces, según los registros, se desarrolla así un huracán tan pronto y con tanta fuerza", explicó López Obrador.
El Servicio Meteorológico de México mantiene en alerta un tramo de casi 500 kilómetros entre Punta Maldonado y Zihuatanejo, en Guerrero.
Por sus amplias líneas costeras en el Pacífico y el Atlántico, México es uno de los países más vulnerables al embate de huracanes, con al menos una decena de fenómenos climatológicos al año, todos con potencial de convertirse en grandes ciclones.
Con información de Télam