El martes se abrieron las urnas en las primeras elecciones parlamentarias de Jordania bajo una nueva ley que pretende diluir el fuerte impacto del tribalismo y reforzar los partidos políticos, con la previsión de que los islamistas ganen apoyo debido al enfado por la guerra de Israel en Gaza.
La ley electoral de 2022 pretende allanar el camino para que los partidos políticos desempeñen un papel más importante, pero se espera que las elecciones sigan manteniendo los 138 escaños del Parlamento en manos de facciones tribales y progubernamentales.
Por primera vez, la nueva ley asigna directamente 41 escaños a más de 30 partidos con permiso y mayoritariamente progubernamentales. También aumenta la cuota de representación femenina de 15 escaños a 18 y rebaja la edad mínima de los diputados electos de 30 a 25 años.
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De los 11 millones de jordanos, 5,1 millones son votantes registrados mayores de 18 años. Hay 1.623 candidatos, entre ellos 353 mujeres, que compiten por escaños en más de 18 distritos
Jordania mantiene un sistema de votación que favorece a las regiones tribales y provinciales poco pobladas frente a las ciudades, densamente pobladas y habitadas en su mayoría por jordanos de ascendencia palestina, que son bastiones islámicos y están muy politizadas.
Los responsables afirman que la poderosa decisión del rey Abdulah de seguir adelante con los comicios fue un mensaje de que la política sigue su curso normal a pesar de la guerra de Gaza, que ha ensombrecido las perspectivas económicas y políticas de Jordania.
En un país donde el sentimiento antiisraelí es muy elevado, se espera que la guerra de Gaza ayude a la suerte electoral de los islamistas, la mayor oposición del país, que han protagonizado algunos de los mayores mítines de la región apoyando al grupo miliciano palestino Hamás, sus aliados ideológicos.
Con información de Reuters