Israel lanzó una ofensiva contra puertos e infraestructuras energéticas en zonas de Yemen controladas por los hutíes a primera hora del jueves y amenazó con más ataques contra el grupo militante alineado con Irán, que ha lanzado cientos de misiles contra Israel en el último año.
El ejército israelí afirmó que interceptó un misil dirigido hacia el centro de Israel que destruyó un edificio escolar en Ramat Efal, en la parte occidental de Tel Aviv, con lo que un portavoz militar describió como la caída de metralla.
Los hutíes -que desde noviembre del año pasado lanzan ataques contra la navegación internacional en solidaridad con los palestinos en la guerra de Israel contra Hamás- dijeron que atacaron Tel Aviv durante la noche, lanzando dos misiles balísticos y alcanzando "objetivos militares precisos".
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El ataque israelí, en el que participaron 14 aviones de combate y otras aeronaves, se produjo en dos oleadas, con una primera serie de ataques contra los puertos de Salif y Ras Issa y una segunda serie contra la capital, Saná, según declaró a la prensa el portavoz militar, teniente coronel Nadav Shoshani.
"Hemos realizado amplios preparativos para estas operaciones, esforzándonos por perfeccionar nuestros servicios de inteligencia y optimizar los ataques", declaró.
Al Masirah TV, el principal medio de noticias de televisión de los hutíes, indicó que los ataques aéreos mataron a nueve personas, siete en Salif y dos en las instalaciones petroleras de Ras Issa, ambas en la provincia occidental de Hodeida.
Dos fuentes del puerto de Hodeida dijeron a Reuters que un ataque israelí destruyó un remolcador, pero el puerto cuenta con varios otros capaces de llevar barcos hasta el muelle.
Los ataques también tuvieron como objetivo dos centrales eléctricas al sur y al norte de la capital, Saná, que según Al Masirah dejaron sin electricidad a miles de familias.
(Reporte adicional de James Mackenzie en Jerusalén y Mohammed Ghobari en Adén; editado en español por Javi West y Carlos Serrano)