Los inversores miran ya más allá del alivio de la primera vuelta de las elecciones francesas

02 de julio, 2024 | 03.21

Los inversores se muestran escépticos ante la posibilidad de que la recuperación bursátil tras la primera vuelta de las elecciones parlamentarias en Francia pueda durar, temerosos de que las perspectivas de las finanzas públicas del país sigan estando en el punto de mira con varios obstáculos políticos por delante.

El diferencial entre la deuda pública francesa y la alemana se redujo el lunes tras haber tocado máximos de 12 años la semana pasada y las acciones de los bancos subieron, ya que Reagrupamiento Nacional (RN), el partido de Marine Le Pen, obtuvo el domingo una victoria menor de lo que esperaban algunas encuestas.

Los resultados reducen las posibilidades de una mayoría absoluta para el RN, o una victoria para la alianza de izquierdas, que quedó en segundo lugar, y fueron un alivio para unos mercados sacudidos desde que se convocaron las elecciones por sorpresa el mes pasado.

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Pero los inversores mantienen la cautela ante la elevada incertidumbre que rodea a la segunda vuelta, el 7 de julio y después, y ven poco margen de mejora en la débil posición fiscal de Francia, ya que tanto la extrema derecha como la izquierda han prometido grandes aumentos del gasto.

"Sería demasiado prematuro decir que la batalla ha terminado", dijo Nicolas Forest, director de Inversiones de la gestora de activos Candriam.

"Estamos al principio de una nueva era política en Francia y la situación seguirá siendo muy incierta y muy complicada".

Incluso tras el rebote del lunes, los activos franceses apenas se han recuperado. La rentabilidad a 10 años de Francia subía el lunes a su nivel más alto desde noviembre. El diferencial entre los bonos franceses y alemanes sigue siendo más de 25 puntos básicos más alto que antes de que el presidente Emmanuel Macron convocara las elecciones el 9 de junio y no se espera que se recupere pronto. Las acciones de las tres mayores entidades crediticias de Francia aún acumulan un descenso de entre el 7 % y el 12%.

Forest, que infrapondera la deuda francesa, ve margen para que el diferencial franco-alemán se amplíe a 100 puntos básicos, incluso con un parlamento fragmentado, en el que ningún partido tenga mayoría absoluta.

El primer obstáculo es la segunda vuelta electoral del domingo.

Los líderes de la alianza de izquierdas y de la agrupación centrista de Macron han indicado que retirarían a sus propios candidatos en los distritos en los que otro candidato estuviera mejor situado para vencer al RN.

Pero no está claro si el pacto se aplicará siempre que los candidatos de izquierdas fueran del partido de extrema izquierda La Francia Insumisa (LFI), de Jean-Luc Mélenchon.

Los candidatos que pasen a la segunda vuelta tienen hasta el martes para decidir si se presentan o renuncian. La alta participación del domingo significa que Francia se encamina a un número récord de escaños en los que habrá una segunda vuelta a tres, lo que se espera beneficie a RN.

"Cualquier cosa que aumente el apoyo a los partidos de extrema derecha sería el mayor riesgo a partir de aquí", dijo Colin Finlayson, cogestor del Aegon Strategic Bond Fund.

TURBULENCIAS EN EL FUTURO

Un entorno político incierto se suma a las preocupaciones sobre los retos a largo plazo para las tensas finanzas de Francia, que vieron rebajada su calificación crediticia en mayo.

Con un déficit presupuestario que ascendió al 5,5% de la producción el año pasado, muy por encima de lo que permiten las normas de la Unión Europea, Francia se enfrenta a medidas disciplinarias por parte del ejecutivo comunitario.

Dadas las grandes promesas de gasto de RN y de la alianza de izquierdas, "es difícil ver cómo se va a conseguir que el Parlamento apruebe una reducción del gasto", dijo David Zahn, responsable de renta fija europea de Franklin Templeton, que sigue infraponderando la deuda francesa.

"Este es un cambio radical para Francia, (el diferencial) ahora tendrá que ser más amplio debido a su dinámica fiscal y política".

El RN ha rebajado el tono de algunos de sus planes más radicales y ha dicho que respetará las normas fiscales de la UE, pero no está claro qué parte de sus planes está financiada.

Los inversores barajaban escenarios como que la legislación se apruebe proyecto a proyecto o que Macron intente construir una amplia mayoría que, aun así, se enfrentaría a la inestabilidad.

El líder de RN, Jordan Bardella, ha dicho que sólo quiere ser primer ministro si consigue la mayoría absoluta.

"Si nadie consigue la mayoría absoluta, siempre acabas en una situación en la que tienes un Gobierno que tendrá que improvisar todo el tiempo, acuerdos muy complejos entre familias políticas que no tienen costumbre de trabajar juntas", dijo el economista jefe de AXA, Gilles Moec.

Esto aumenta el riesgo de que se celebren nuevas elecciones al cabo de 12 meses, cuando puedan volver a realizarse según la ley, según los inversores, lo que significa que persistirá la incertidumbre.

"Será un territorio realmente desconocido para Francia", afirmó Forest, de Candriam. "Seguirá inestable, este Gobierno no puede permanecer más de un año".

Con información de Reuters