Los aliados de Francia respiran aliviados por la derrota de Le Pen, pero se preguntan por el futuro

08 de julio, 2024 | 03.26

Muchos de los aliados de Francia respiraron aliviados por haber evitado lo peor, después de conocerse que la extrema derecha de Marine Le Pen no ganó las elecciones anticipadas del domingo, pero señalaron que una coalición desordenada resultante de un parlamento sin mayorías claras también podría plantear dolores de cabeza para Europa.

El Reagrupamiento Nacional (RN) de Le Pen partía como favorito en las encuestas, lo que aumentaba el riesgo de que se produjera el primer Gobierno de extrema derecha en Francia desde la Segunda Guerra Mundial y amenazaba con poner patas arriba la política económica y exterior de la segunda economía de la zona euro.

En particular, los aliados de Ucrania temían que un Gobierno liderado por Le Pen fuera blando con Moscú y recortara la ayuda militar de la que ha dependido Kiev desde la invasión rusa de 2022, aunque su partido ha dicho últimamente que Rusia era una amenaza.

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La derrota de Reagrupamiento Nacional señala al menos un retroceso temporal contra el auge de la extrema derecha en Europa, pero podría anunciar un periodo de inestabilidad con un nuevo Gobierno en una incómoda "cohabitación" con el presidente Emmanuel Macron.

"En París entusiasmo, en Moscú decepción, en Kiev alivio. Suficiente para estar contentos en Varsovia", dijo en X el primer ministro polaco, Donald Tusk.

Macron había convocado la consulta para intentar arrebatarle la iniciativa a Le Pen, pero su propio partido quedó por detrás de una alianza de partidos de izquierda que obtuvo mejores resultados de los esperados y se hizo con el primer puesto.

Varias de las primeras reacciones en el extranjero se alegraron de que se hubiera evitado la amenaza inmediata de un Gobierno de extrema derecha.

"Se ha evitado lo peor", dijo Nils Schmid, portavoz de política exterior de los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz en Alemania, donde la extrema derecha también ha aumentado su popularidad durante la crisis del coste de la vida.

"El presidente está políticamente debilitado, aunque conserve un papel central en vista de la situación poco clara de la mayoría. Formar Gobierno será complicado", dijo Schmid al grupo mediático Funke.

El partido del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, felicitó a la alianza de izquierdas, denominada Nuevo Frente Popular, por una victoria que "impide a la ultraderecha llegar al Gobierno".

Nikos Andrulakis, presidente del partido socialista griego PASOK, dijo que el pueblo francés había "levantado un muro contra la extrema derecha, el racismo y la intolerancia y guardado los principios intemporales de la República Francesa: Libertad, Igualdad y Fraternidad".

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, también felicitó a los franceses por haber alejado a Le Pen.

"Hay batallas que duran pocos días pero (que) definen el destino de la humanidad. Francia ha vivido una de ellas", dijo.

Un alto cargo de la UE, que habló bajo condición de anonimato, lo calificó de "gran alivio", pero añadió: "aunque aún está por ver lo que significa para Europa en el día a día".

PROFUNDAS DIVISIONES

Las elecciones dejaron a la Asamblea Nacional francesa dividida en tres grandes grupos —la izquierda, los centristas y la extrema derecha— con objetivos diferentes y sin tradición de trabajar juntos.

La izquierda quiere limitar los precios de bienes esenciales como el combustible y los alimentos, subir el salario mínimo y los sueldos de los trabajadores del sector público, en un momento en que el déficit presupuestario de Francia se sitúa ya en el 5,5% de la producción, por encima de lo que permiten las normas de la UE.

"¡Adiós a los límites europeos de déficit! (el Gobierno) se hundirá en poco tiempo. Pobre Francia. Puede consolarse con (Kylian) Mbappé", dijo Claudio Borghi, senador de la derechista Liga italiana, refiriéndose a la estrella del fútbol francés.

Otros políticos de la ultraderecha expresaron su frustración.

André Ventura, líder del partido de extrema derecha portugués Chega, calificó el resultado de "desastre para la economía, tragedia para la inmigración y malo para la lucha contra la corrupción".

Según Capital Economics, Francia puede haber evitado el "peor resultado posible" para los inversores, una mayoría absoluta para Le Pen o los izquierdistas.

Sin embargo, un Parlamento fragmentado significa que será difícil para cualquier Gobierno aprobar los recortes presupuestarios necesarios para que Francia cumpla con las normas presupuestarias de la UE.

"Mientras tanto, la posibilidad de que el Gobierno de Francia (y los gobiernos de otros países) entre en conflicto con la UE sobre la política fiscal ha aumentado ahora que se han reintroducido las normas presupuestarias del bloque", dijo.

Con información de Reuters