Las bases del partido independentista ERC de Cataluña votaban el viernes sobre un acuerdo de Gobierno regional con los socialistas gobernantes en España que podría arreglar las tensas relaciones de Madrid con la región pero también afectar a todo el sistema fiscal español.
La región nororiental, una de las más ricas de España, está gobernada por independentistas desde 2010. El punto álgido del pulso independentista llegó en 2017, cuando el Gobierno catalán convocó un referéndum para separarse de España, considerado ilegal por los tribunales y que dio lugar a una efímera declaración de independencia.
Desde entonces, la influencia del movimiento nacionalista ha disminuido, sin lograr el respaldo suficiente para formar Gobierno en las elecciones regionales de mayo, que ganaron los socialistas de centro-izquierda sin mayoría operativa.
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La única forma de evitar que se repitan las elecciones es mediante un acuerdo entre el partido ganador y el partido de izquierdas independentista ERC, para apoyar al socialista Salvador Illa al frente del Gobierno regional.
Si los miembros de ERC lo aprueban, la votación de investidura podría celebrarse la semana que viene. Los resultados de la votación del viernes se esperan a partir de las 19.30 horas (1730 GMT).
Según el acuerdo preliminar del lunes, Cataluña pasaría a ser autónoma en la recaudación y gestión de impuestos, lo que podría chocar con los sistemas fiscales de toda España, en los que las regiones más pobres reciben una parte de los ingresos de las regiones más ricas, e incitar a otras regiones a exigir privilegios similares.
Este cambio tendría que ser aprobado por un congreso español muy fragmentado.
Gran parte de la oposición e incluso algunos líderes regionales socialistas han criticado la propuesta, que estipula que Cataluña seguirá siendo "solidaria" con el resto de España, aunque sin dar detalles concretos.
Juan Pérez, investigador del centro de estudios económicos IVIE, advirtió de que esta ambigüedad amenaza la equidad del sistema fiscal nacional, en el que Madrid, Cataluña y Baleares tienen contribuyentes muy ricos que ayudan a otras regiones como Extremadura y Castilla-La Mancha.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha calificado el acuerdo de "paso hacia la federalización" y de "buena noticia" para España. Sánchez no es ajeno a las arriesgadas apuestas que implican a los independentistas catalanes, pues concedió el año pasado una amnistía a sus líderes condenados a cambio de un apoyo crucial para su último mandato.
Con información de Reuters
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