El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se dirige este martes a Texas para asistir en persona al lanzamiento de un cohete de SpaceX, en una muestra de sus estrechos lazos con el multimillonario fundador y CEO de la compañía, Elon Musk.
Una fuente familiarizada con el viaje confirmó los planes de Trump después de que la Administración Federal de Aviación emitió el lunes restricciones temporales de vuelo para el "movimiento VIP" sobre Brownsville, en Texas, una práctica que suele preceder a una visita de alto perfil.
Las restricciones de vuelo en vigor sobre la propiedad de Trump frente al mar en Palm Beach, Florida, se levantarán temporalmente durante el mismo período.
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El equipo de transición de Trump no respondió a una petición de comentarios sobre los planes del presidente electo.
Una estrecha amistad se ha desarrollado entre Trump y Musk, CEO de Tesla y el hombre más rico del mundo, que fundó SpaceX en 2002. Musk se ha convertido en un estrecho asesor de Trump y ha pasado largas temporadas en su club Mar-a-Lago de Palm Beach.
El lanzamiento será el sexto vuelo de prueba de SpaceX al espacio para Starship, el sistema de cohetes de nueva generación de la compañía en el centro del objetivo de Musk de enviar humanos y carga a Marte.
La NASA planea utilizar Starship para hacer aterrizar personas en la Luna esta década en el marco de su programa Artemis, un esfuerzo que se espera que implique en mayor medida misiones a Marte y favorezca los planes cósmicos de SpaceX y Musk bajo el mandato de Trump.
Utilizando grandes brazos unidos a una torre de lanzamiento, SpaceX intentará de nuevo atrapar la primera etapa del cohete "Super Heavy", de 71 metros de altura, unos 10 minutos después de su despegue, una novedosa técnica de reutilización que intrigó a Trump la primera vez que SpaceX lo intentó en octubre.
Con información de Reuters
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