Las campañas electorales de EEUU se dirigen al votante del extranjero

22 de octubre, 2024 | 06.56

Bob Vallier, residente en París que ha vivido casi siempre fuera de Estados Unidos durante los últimos 30 años, ya ha votado en su estado natal, Michigan, para las elecciones del 5 de noviembre.

"Sé que lo que ocurre en Estados Unidos afecta al resto del mundo. Lo sé porque he vivido en el resto del mundo", dijo Vallier, presidente del grupo LGBTQ+ de Democrats Abroad ("Demócratas en el Extranjero").

El voto de Vallier y el de otros estadounidenses en el extranjero puede ser crucial en estados tan disputados como el suyo. Michigan es uno de los estados en los que la contienda va a estar más reñida y las últimas encuestas muestran que la candidata demócrata Kamala Harris mantiene una ligera ventaja sobre su rival republicano Donald Trump.

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El Comité Nacional Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés) calcula que 1,6 millones de estadounidenses en el extranjero tienen derecho a votar en uno de los siete estados denominados indecisos —Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin—, que probablemente determinarán el resultado de las elecciones.

Se cree que este segmento de la ciudadanía mostrará preferencia por los demócratas. Entre las personas que utilizaron Vote From Abroad, una herramienta no partidista de ayuda al votante vinculada al DNC, tres cuartas partes de los votantes en el extranjero de las elecciones de 2020 se definieron como demócratas.

Así que, por primera vez en unas elecciones presidenciales, el DNC ha dado financiación a Democrats Abroad —alrededor de 300.000 dólares— para ayudar a los estadounidenses del extranjero a inscribirse como votantes y aumentar sus operaciones de voto por correo y otros esfuerzos. Ha publicado anuncios en las redes sociales instando a los estadounidenses en el extranjero a que envíen sus votos.

"Estas elecciones se ganarán en los márgenes, y cada voto cuenta", dijo Maddy Mundy, portavoz del DNC. "Vamos a ganar estas elecciones involucrando a cada votante elegible, independientemente de dónde vivan".

LA CAMPAÑA DE TRUMP SE CENTRA EN LA BUROCRACIA FISCAL

El candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, también va a por los expatriados estadounidenses. A principios de mes dijo que acabaría con la doble imposición fiscal de los estadounidenses en el extranjero.

El equipo de campaña del expresidente no ha ofrecido más detalles sobre cómo funcionaría esta medida, pero podría poner fin a un requisito engorroso que obliga a los ciudadanos estadounidenses a declarar impuestos sobre la renta en Estados Unidos sin tener en cuenta el país de residencia.

Aunque los estadounidenses que viven en el extranjero no tienen que pagar impuestos en EEUU de los primeros 126.500 dólares que ganen en rentas de trabajo y tienen derecho a algunos créditos fiscales extranjeros, puede ser un quebradero de cabeza burocrático al que no se enfrentan los expatriados de muchos otros países.

"Para muchos estadounidenses del extranjero, como yo, la única interacción consistente que tenemos con el Gobierno de Estados Unidos es a través del IRS (Servicio de Impuestos Internos) en abril, cuando tenemos que presentar nuestras declaraciones y pagar nuestros impuestos", dijo Zennon Kapron, un consultor de tecnología financiera asentado en Singapur e inscrito en el censo electoral de Nueva York, cuando se le preguntó si la propuesta de Trump era un factor relevante para él.

"Si un candidato aborda en serio el tema de la reforma fiscal para los expatriados, (esa promesa) podría influir en mi decisión", añadió.

Solomon Yue, presidente ejecutivo de Republicans Overseas ("Republicanos en el Extranjero"), dijo que los republicanos llevaban años luchado por la mejora de las políticas fiscales para los estadounidenses que viven en el extranjero y añadió que podría influir "totalmente" en el voto de los expatriados.

"Ya veo a los Demócratas en el Extranjero entrando en pánico", dijo.

A pesar de la promesa fiscal de Trump, el expresidente también ha dicho, sin pruebas, que los demócratas persiguen el voto en el extranjero para hacer trampas en las elecciones. El Comité Nacional Republicano, integrado en gran medida en el equipo de campaña de Trump, ha dirigido el voto del extranjero hacia desafíos legales, en particular en Michigan, Carolina del Norte y Pensilvania. Si las demandas tienen éxito, disminuiría el número de estadounidenses en el extranjero que podrían votar.

La medida llevó a seis demócratas de la Cámara Baja a escribir una carta al secretario de Defensa en la que preguntaba "si esta demanda afectará los derechos constitucionales de los miembros del servicio" y se refirieron a las acusaciones de los representantes republicanos que van en la demanda como un intento de "sembrar discordia y desinformación".

LOS OBSTÁCULOS PARA VOTAR

El reto de atraer a los votantes que viven en el extranjero, un segmento de la población cuyo tamaño los principales partidos políticos y expertos externos estiman entre 4,4 y 9 millones, es que se cree que solo vota una pequeña parte.

A diferencia de los ciudadanos de muchos otros países, los votantes estadounidenses no pueden acudir a sus embajadas el día de las elecciones. En su lugar, deben enviar las papeletas en los estados donde están censados, normalmente por correo.

Según el Programa Federal de Asistencia al Votante de Estados Unidos, la mayoría de sus ciudadanos que viven en el extranjero y tienen derecho a voto tiende a no votar. Se calcula que menos del 8% enviaron sus papeletas en las elecciones presidenciales de 2020, cifra que contrasta con la tasa de participación general del 67%. La tasa de participación de votantes en el extranjero en las elecciones de mitad de mandato de 2022 fue de solo el 3,4%.

En un barrio del centro de París, unos voluntarios instalan un puesto todos los lunes y martes por la tarde enfrente de una cafetería para intentar aumentar ese porcentaje ayudando a los estadounidenses a bregar con la burocracia de las leyes electorales estatales y locales.

Durante dos horas ayudan a la gente a registrarse para votar o a rellenar papeletas de repuesto en caso de que su papeleta original no funcione.

"El problema es que las instrucciones no son fáciles de comprender", explica Tanya, abogada jubilada.

Claudie Le Corre, residente de las afueras del sureste de París, acudió al puesto la semana pasada porque no había recibido su papeleta de Nueva York, donde está inscrita. Sospechaba que la habían eliminado del censo electoral y rellenó los papeles para volver a inscribirse.

"Estoy preocupada por el futuro, por nuestros hijos, y todos estos movimientos populistas —que incluyen a Donald Trump— me preocupan", dijo Le Corre.

Con información de Reuters