El Gobierno Nacional, liderado por Javier Milei, implementó una reducción promedio del 75% en los subsidios al transporte urbano para las provincias durante 2024, en comparación con el año anterior. En el caso de Formosa, el recorte alcanzó un alarmante 96%, según datos del Observatorio de Políticas Públicas Politiké, convirtiéndola en una de las provincias más afectadas del país.
La Rioja, Misiones, Salta y Tucumán, entre otras, dejaron de recibir subsidios por completo, por lo que el aumento de las tarifas de transporte urbano se volvió una de las principales preocupaciones del Norte Grande. Mientras Corrientes se posiciona entre las ciudades con las tarifas más altas, alcanzando los $1.300, en Formosa el costo del boleto urbano sufrió un único incremento en los últimos seis meses, subiendo de $1.050 en junio a $1.150 en diciembre de 2024.
En Posadas, los usuarios que emplean sistemas electrónicos como SUBE MISIONERO pagan $1.050, mientras que quienes no utilizan este sistema deben abonar $1.400. En municipios cercanos como Garupá y Candelaria, las tarifas son similares, con valores que oscilan entre $1.120 y $1.500.
Un servicio que mejora
En diciembre, Formosa anunció una reestructuración significativa en el sistema de transporte público urbano, que fusionó las líneas B y D, además de ampliar el recorrido de la línea A. Estas modificaciones tuvieron como objetivo optimizar la conectividad entre barrios y atender las demandas históricas de los usuarios, en el marco de una mayor utilización del transporte público, a causa del encarecimiento del precio de los combustibles en el último año.
La fusión de las líneas B y D dio lugar a la nueva línea D, que incorpora sectores previamente desatendidos y retoma parte del trazado de la desaparecida línea 40, una solicitud frecuente de los vecinos. Con ocho unidades en funcionamiento y una frecuencia promedio de 17 minutos, la línea D recorre amplias zonas desde el barrio Nueva Formosa hasta Coronel Bogado y Circunvalación. En su trayecto incluye puntos estratégicos como la avenida Kirchner, Antártida Argentina y González Lelong, lo que fortalece la conexión de los barrios periféricos con el centro de la ciudad.
Además de la reconfiguración de la línea D, se extendió el recorrido de la línea A para abarcar zonas clave de Formosa. Este nuevo trazado incluye el aeropuerto internacional, la Universidad Nacional de Formosa (UNaF) y la terminal de ómnibus, lo que responde a la necesidad de conectar nodos de transporte y servicios. Desde su punto de partida en el barrio Nueva Pompeya hasta el barrio Lote 15, el recorrido abarca importantes avenidas como Gutnisky, 25 de Mayo y Entre Ríos, además de áreas residenciales y comerciales. En su trayecto de regreso, incluye el cruce por la rotonda de Villa del Carmen, el aeropuerto y sectores de gran demanda como Fotheringham y Deán Funes.