La crisis económica impactó duramente en el sector textil de La Rioja, con al menos 50 puestos de trabajo perdidos. Este panorama refleja una realidad preocupante que no solo afecta a la provincia, sino que también se extiende a nivel nacional debido a la importancia de este sector en la economía de la región.
Según trabajadores del rubro, la caída en el consumo fue particularmente perjudicial para la industria textil, exacerbada por la paralización de la obra pública. Esta interrupción disminuyó la demanda de indumentaria de trabajo, lo que llevó a un declive en las ventas y, consecuentemente, a una reestructuración en las empresas para ajustarse a la nueva realidad económica.
Las reestructuraciones en las fábricas llevaron a la pérdida de empleos, con despidos que van desde reducciones de plantilla hasta la eliminación total de puestos de trabajo. Aunque la mayoría de las empresas están cumpliendo con las indemnizaciones correspondientes, el impacto social y económico de estas pérdidas les significativo a los trabajadores de todas formas.
Es importante destacar que muchos de los despidos afectan a empresas que se habían establecido en la provincia durante los últimos años, en un período de crecimiento y expansión del sector textil. La reversión de esta tendencia y la reducción de la actividad económica generaron incertidumbre y dificultades para los trabajadores y sus familias según la Federación Obrera de la Industria del Vestido y Afines (FONIVA).
En este contexto, desde el FONIVA hicieron un llamado a la colaboración de los empresarios para abordar la crisis y reconocieron los esfuerzos del Gobierno provincial para enfrentar la situación, pero expresaron preocupación por los costos asociados a la recuperación económica. Además, señalaron que el problema no es exclusivo de La Rioja, sino que se extiende a todo el país, lo que destaca la urgencia de encontrar soluciones a nivel nacional.
Por último, subrayaron que la pérdida de empleos en el sector textil de La Rioja refleja una realidad económica preocupante, marcada por la caída en el consumo y la paralización de la obra pública, por lo que buscan apoyo desde el sector empresario para revertir esta situación.