Cuba cerró escuelas, industrias no esenciales y envió el viernes a empleados públicos a sus casas como parte de un plan de emergencia energética para controlar los apagones que ahora superan las 12 horas horas diarias para millones de personas en la isla caribeña.
El país ha sido testigo de sucesivos apagones dramáticamente prolongados, incluso para una isla acostumbrada a sucesivos períodos de escasez. Provincias enteras se han quedado sin luz durante horas y muchas localidades fuera de La Habana, funcionan con menos de seis horas de electricidad al día.
"En el día de ayer jueves 17 de octubre, se afectó el servicio (eléctrico) por déficit de capacidad de generación las 24 horas del día, no se pudo restablecer el servicio en la madrugada de hoy", dijo el viernes la estatal Unión Eléctrica en un reporte matutino.
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El primer ministro, Manuel Marrero, culpó de la crisis actual a una tormenta perfecta bien conocida por la mayoría de los cubanos: el deterioro de la infraestructura electroenergética, además de la escasez de combustible y el aumento de la demanda.
"La situación que venimos confrontando ha ido empeorando en los últimos días. La falta de combustible es la (causa) que más está influyendo", dijo Marrero en un mensaje televisado el jueves en la noche y que se retrasó varias horas por razones técnicas, según se informó.
Los fuertes vientos y las penetraciones del mar que comenzaron con el paso del huracán Milton la semana pasada han paralizado la capacidad de la isla para suministrar el escaso combustible que llega en los barcos en alta mar a sus centrales eléctricas, dijeron las autoridades cubanas.
Las dos centrales eléctricas más grandes de la isla, Antonio Guiteras y Felton, no están produciendo lo suficiente, dijo el Gobierno, y pronto serán desconectadas para su mantenimiento, como parte de un plan de cuatro años para revitalizar la frágil infraestructura de Cuba.
Las empresas privadas cubanas, que según las autoridades tienden a ser grandes consumidoras de electricidad, pronto tendrán que pagar tarifas más altas por la energía que consumen, señaló Marrero.
Los funcionarios que también participaron en el programa televisivo esperan que la generación de energía mejore en los próximos días a medida que el combustible se distribuya por la isla del Caribe.
La crisis energética en la isla, que además incluye las sanciones de larga data de Estados Unidos, ha hecho la vida cada vez más compleja para los residentes, que ya sufrían una grave escasez de alimentos, combustible, agua y medicinas, lo que ha provocado un éxodo sin precedentes en el país en los últimos años.
"Cuba atraviesa una situación muy dura en los últimos días", admitió en la televisión Alfredo López, director de la Unión Nacional Eléctrica de Cuba.
Con información de Reuters