Al ver a la patrulla militar repartiendo papeles de llamada a filas en las afueras de Kiev, un hombre se metió en una tienda cercana. Otro se negó incluso a detenerse ante los agentes. Otros, sin embargo, los atendieron en silencio.
Aunque puede que los hombres estén aceptando la creciente movilización ucraniana para reponer las tropas más de 28 meses después de la invasión rusa, están menos dispuestos a luchar que antes, dijo un oficial de reclutamiento, que usa el alias "Fantomas".
"Ahora, por lo que sé, la mayoría de las colas (en las oficinas de reclutamiento) son de gente que quiere obtener algún tipo de exención (de combatir)", dijo este hombre de 36 años, acompañado por Reuters en una reciente patrulla de reclutamiento en la capital ucraniana.
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El veterano de combate está en primera línea de los esfuerzos por redoblar el servicio militar obligatorio, a pesar de la disminución del entusiasmo público por el servicio en tiempo de guerra, mientras los analistas militares describen la regeneración de las tropas como uno de los principales retos de Kiev en el campo de batalla.
El presidente Volodímir Zelenski redujo la edad de reclutamiento de 27 a 25 años en abril y aprobó una revisión del proceso de movilización que entró en vigor en mayo, obligando a los hombres menores de 60 años a renovar sus datos personales en las oficinas de reclutamiento o por Internet.
Aunque las cifras de reclutamiento siguen envueltas en el secreto de los tiempos de guerra, algunos representantes políticos y militares han afirmado que los cambios, incluida una campaña para aumentar el reclutamiento voluntario, han vuelto a poner en marcha el esfuerzo de movilización después de dos meses.
El ejército ucraniano dijo a Reuters en una declaración escrita que la tasa de reclutamiento se había más que duplicado en mayo y junio en comparación con los dos meses anteriores, sin proporcionar las cifras.
El portavoz Bohdan Senik lo calificó de "tendencia positiva". La edad media de los soldados movilizados se mantuvo en torno a los 40 años.
DESMOVILIZACIÓN
Las fuerzas ucranianas, reforzadas por la ayuda occidental, han luchado durante meses para mantener la línea contra las tropas rusas que avanzan en el este.
Muchas tropas cansadas están desesperadas por ser reemplazadas tras más de dos años de servicio prácticamente ininterrumpido sin que se sepa cuándo serán desmovilizadas de unas fuerzas armadas de alrededor de un millón de efectivos.
Preguntado por la cifra de 200.000 soldados adicionales citada por un periódico alemán, Roman Kostenko, secretario de la Comisión de Defensa Nacional del Parlamento, estimó que el ejército podría reclutar esa cantidad a finales de año si el proceso continuaba al ritmo actual.
Esto, dijo, podría permitir a Ucrania considerar la posibilidad de promulgar leyes para desmovilizar algunas tropas, aunque el ministro del Interior advirtió que hacerlo sin reemplazar a una parte proporcional de ellas podría debilitar el frente.
Mathieu Boulègue, analista de defensa del Centro de Análisis de Políticas Europeas, con sede en Washington, dijo que la estimación de 200.000 efectivos era alentadora, pero que la tarea más crítica sería entrenarlos y distribuirlos correctamente en el frente.
Ucrania necesita "invertir el capital humano de forma inteligente y eficiente allí donde se necesita. Porque si bien se puede conseguir a cualquiera que conduzca un camión o limpie retretes, no se puede conseguir tan fácilmente combatientes eficaces", afirmó.
Rusia, por su parte, está reclutando unos 30.000 soldados al mes para su esfuerzo bélico mientras sufre pérdidas "muy elevadas", dijo el martes un alto cargo de la OTAN. Añadió que Moscú carecía de municiones y tropas para iniciar una gran ofensiva.
RECELOS DE LA OPINIÓN PÚBLICA
Desde la revisión de la movilización, algunas oficinas de reclutamiento han tenido problemas para hacer frente a la afluencia de hombres que han acudido a inscribirse o actualizar sus datos antes de la fecha límite del 16 de julio.
"Viene más gente de la que podemos aceptar", dice un subdirector de la oficina de reclutamiento donde trabaja Fantomas. "A veces la tramitación se alarga hasta la una de la noche".
El funcionario, que pidió el anonimato, se hizo eco de Fantomas y dijo que una parte "muy, muy grande" de los hombres estaban solicitando exenciones, aunque insistió en que las cosas iban por buen camino.
"Estamos cumpliendo con las tareas asignadas. No diría que al 100%, pero no mal".
Los informes sobre corrupción en el reclutamiento y las imágenes en las redes sociales de refriegas entre reclutadores y ciudadanos agriaron el ánimo de la opinión pública en vísperas de los cambios de las normas en primavera.
En una encuesta realizada en abril por encargo de la cadena pública Suspilne, alrededor del 50% de los ucranianos consideraba que la movilización iba mal y el 60% tenía una percepción negativa de las oficinas de reclutamiento.
Ante la oposición de la opinión pública, los diputados se abstuvieron de imponer sanciones más severas contra los evasores del servicio militar obligatorio como parte de la reforma.
Fantomas, que resultó herido en el este de Ucrania el año pasado, afirma que el 70% de sus interacciones con la gente a la que se acerca por la calle son positivas.
Tanto él como otros oficiales militares han afirmado que los conflictos como los que se han filmado son poco frecuentes, a menudo sacados de contexto y explotados por cuentas prorrusas para desacreditar a los reclutadores, pero que han conseguido mitigar el entusiasmo.
Admitió que una vez le atacaron mientras patrullaba, pero dijo que se negó a defenderse por miedo a que le grabaran.
"La parte en la que me defendería sería la que usarían para el vídeo, y solo eso se haría viral".
(Información adicional de Yuriy Muravyov y Stefaniia Bern; editado por Tom Balmforth y Peter Graff; editado en español por Javi West Larrañaga)
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