El presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, y el primer ministro chino, Li Qiang, acordaron el domingo iniciar un diálogo diplomático y de seguridad y reanudar las conversaciones sobre un acuerdo de libre comercio, informó la oficina de Yoon.
Yoon y Li se reunieron en Seúl un día antes de una cumbre con su homólogo japonés, el primer ministro Fumio Kishida, en las primeras conversaciones a tres bandas de los tres vecinos asiáticos en más de cuatro años.
Corea del Sur y Japón, aliados de Estados Unidos, y China intentan gestionar la creciente desconfianza en medio de la rivalidad entre Pekín y Washington y las tensiones sobre Taiwán.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Las expectativas para la cumbre trilateral son bajas, pero incluso un apretón de manos ayudaría a mantener al menos cierta diplomacia de alto nivel tras años de deterioro de los lazos, afirman diplomáticos y funcionarios.
Los líderes podrían avanzar en áreas de cooperación práctica como los intercambios entre personas y los asuntos consulares, según funcionarios y diplomáticos.
Yoon dijo a Li que Corea del Sur y China deben trabajar juntos no sólo para promover los intereses compartidos basados en el respeto mutuo, sino también en cuestiones regionales y mundiales para hacer frente a los desafíos comunes, citando la invasión de Rusia de Ucrania, el conflicto entre Israel y Hamás y las incertidumbres económicas mundiales.
"Al igual que Corea y China han superado juntas diversas dificultades en los últimos 30 años y han contribuido mutuamente a su desarrollo y crecimiento, espero seguir fortaleciendo la cooperación bilateral incluso ante las complejas crisis globales actuales", dijo Yoon al inicio de la reunión, según su oficina.
Yoon pidió a China que desempeñe un papel más importante como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, especialmente mientras Corea del Norte sigue desarrollando misiles nucleares e impulsando la cooperación militar con Rusia, afirmando que es inminente el lanzamiento de otro satélite espía con tecnología de misiles balísticos intercontinentales.
Li dijo a Yoon que sus países deben oponerse a convertir las cuestiones económicas y comerciales en cuestiones políticas o de seguridad y deben trabajar para mantener cadenas de suministro estables, informó la agencia estatal china de noticias Xinhua.
Li dijo que China está dispuesta a fortalecer la cooperación en la fabricación de alta gama, la nueva energía, la inteligencia artificial, la biomedicina y otros campos.
China ampliará aún más el acceso al mercado, reforzará las garantías para la inversión extranjera y da la bienvenida a las empresas surcoreanas, incluida Samsung, para ampliar la inversión y la cooperación, dijo.
En los últimos años, líderes y diplomáticos chinos han condenado con frecuencia a Estados Unidos y sus aliados por los controles a la exportación dirigidos a su industria de semiconductores, pidiendo a estos países que dejen de "exagerar el concepto de seguridad nacional".
Desde 2021, las empresas y entidades estatales chinas se han visto cada vez más privadas del acceso a los chips más avanzados del mundo, muchos de ellos producidos por gigantes tecnológicos surcoreanos como Samsung y SK Hynix.
Li expresó su esperanza de que continúen los esfuerzos para "construir el consenso y resolver las diferencias" a través del "diálogo igualitario y las comunicaciones sinceras".
COOPERACIÓN PRÁCTICA
En una reunión por separado con Kishida, Yoon elogió los avances en los intercambios diplomáticos, económicos y culturales con Japón, y acordaron fomentar lazos más profundos el año que viene, cuando ambos países celebren el 60 aniversario de la normalización de relaciones, informó la oficina de Yoon.
Kishida también se reunió por separado con Li, y afirmó que la estabilidad del estrecho de Taiwán es muy importante para Japón y la comunidad internacional.
En declaraciones a la prensa tras la reunión, Kishida dijo que había pedido a China que levante la prohibición de importar marisco japonés, impuesta después de que Japón empezó a verter en el Pacífico aguas residuales tratadas procedentes de la accidentada central nuclear de Fukushima.
También pidió la pronta liberación de los ciudadanos japoneses detenidos en China.
Los tres vecinos habían acordado celebrar una cumbre anual a partir de 2008 para impulsar la cooperación regional, pero las rencillas bilaterales y la pandemia del COVID-19 interrumpieron la iniciativa. Su última cumbre trilateral fue a finales de 2019.
Yoon, Li y Kishida adoptarán una declaración conjunta sobre seis áreas que incluyen la economía y el comercio, la ciencia y la tecnología, los intercambios entre personas y la salud y el envejecimiento de la población, dijeron funcionarios de Seúl.
La cumbre se celebra en un momento en el que Corea del Sur y Japón se esfuerzan por mejorar sus lazos, deteriorados por disputas históricas, al tiempo que estrechan su asociación trilateral en materia de seguridad con Estados Unidos, en un contexto de creciente rivalidad entre China y Estados Unidos.
China ya ha advertido que los esfuerzos de Estados Unidos por elevar aún más las relaciones con Corea del Sur y Japón podrían avivar la tensión y el enfrentamiento en la región.
Seúl y Tokio han advertido contra cualquier intento de cambiar por la fuerza el statu quo en el estrecho de Taiwán, mientras que Pekín criticó el martes la decisión de legisladores surcoreanos y japoneses de asistir a la toma de posesión del presidente taiwanés Lai Ching-te.
Con información de Reuters