Los catalanes votan el domingo en unas elecciones regionales que podrían determinar la estabilidad del Gobierno español, liderado por los socialistas, y también calibrar la fuerza de un movimiento independentista que ha sacudido el país durante la última década.
Tras una década de gobiernos independentistas, un gobierno catalán liderado por el partido socialista de Pedro Sánchez marcaría el comienzo de una nueva era, dice el politólogo Toni Rodon.
“Si los independentistas pierden la mayoría absoluta, representaría seguro un cambio de ciclo. Si es transitorio o a largo plazo ya lo veremos”, dice Rodon.
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Sin embargo, una victoria del partido Junts reforzaría la causa independentista y crearía más dilemas en Madrid. El candidato de Junts es Carles Puigdemont —presidente del gobierno regional de Cataluña cuando se produjo un intento frustrado de lograr la independencia de la región en 2017—, que ha prometido resucitar un intento de independencia.
Desde que asumió el cargo para un segundo mandato en noviembre pasado, Sánchez se ha apoyado en una frágil alianza con los independentistas para aprobar leyes en el Parlamento nacional, ganándose la ira de los opositores conservadores.
Puigdemont, que se enfrentó a un proceso judicial en España por el fallido intento de independencia y ha estado viviendo en el autoexilio, pero que regresará pronto al país gracias a una esperada amnistía, ha advertido de que Junts podría retirarle su apoyo si el próximo Gobierno catalán es uno que no puede aceptar.
Los sondeos de opinión pronostican una cómoda ventaja del candidato socialista Salvador Illa en las elecciones, por delante de Junts y de su rival, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que actualmente gobierna la región nororiental.
Los socialistas obtendrían 40 escaños, Junts 34 y ERC 26, según un sondeo del diario El País.
Pero algunas encuestas también muestran que alrededor del 40% de los votantes están indecisos, por lo que cualquier resultado es posible.
Illa ha centrado su campaña en promesas para reactivar la economía de la región, que desde el impulso independentista ha visto cómo su economía caía por detrás de la de Madrid.
"Cataluña ha estado muy por debajo de sus capacidades en los últimos 10 años", dijo Illa esta semana en un debate televisado, afirmando que desarrollaría energías limpias.
ENFOQUE CONCILIADOR
Illa defendió el enfoque conciliador de los socialistas con relación a los independentistas siete años después de que estos ignoraran una prohibición judicial y celebraran un referéndum de independencia, lo que desencadenó una de las peores crisis políticas de España en décadas.
Puigdemont huyó a Bélgica en 2017 para evitar ser procesado. Pero planea regresar a Cataluña gracias a un proyecto de ley de amnistía presentado por los socialistas gobernantes que anularía la orden de arresto a la que se enfrenta, una vez que entre en vigor a finales de mayo o junio.
Puigdemont dijo esta semana que era el mejor candidato para "proteger y defender los intereses de los catalanes".
Un sentimiento compartido por Roser Aguilar, de 69 años, que acudió a un mitin en la localidad francesa de Argelès-sur-Mer, cerca de la frontera con Cataluña, donde Puigdemont está haciendo campaña.
"Creo que (Puigdemont) es el único que puede llevarnos a la independencia", dijo.
Cualquier vencedor en Cataluña el domingo probablemente tendrá que gobernar en coalición, ya que ningún partido parece capaz de alcanzar el umbral de 68 escaños para una mayoría por sí solo.
Si ganan los socialistas, podrían buscar una alianza con ERC o Junts, aunque ambos partidos separatistas lo han descartado hasta ahora.
En su defecto, podrían intentar una aún más improbable alianza con el conservador Partido Popular, sus principales rivales a nivel nacional.
Si llegaran al poder, Junts y ERC intentarían liderar un nuevo gobierno independentista. Pero algunos sondeos de opinión pronostican que no alcanzarían los escaños necesarios, ni siquiera con el apoyo de los partidos independentistas más pequeños.
Si las negociaciones postelectorales no llegan a un acuerdo en agosto, se repetirían las elecciones en octubre.
Con información de Reuters