"Buscaba proteger a mis hijos", dijo mujer francesa acusada por sustracción de menores

21 de febrero, 2024 | 16.23

Michelle Youayou, la africana y ciudadana francesa de 45 años que llegó a la Argentina con sus dos hijos en 2016 para alejarlos de su progenitor, quien le confesó que había sido abusado de ellos, negó haber cometido un delito y afirmó que "solo buscaba proteger" a los niños, con quienes no tiene contacto desde hace cinco años, cuando regresaron con el padre a Francia.

La primera audiencia del juicio por sustracción de menores que se le sigue a Youayou comenzó hoy una hora más tarde en el Tribunal Oral en lo Criminal 22, debido a que los cables de fibra óptica fueron sustraídos en la sede de los Tribunales de Comodoro Py 2002, en Retiro.

Dicha situación impedía la presencia por zoom de una de las juezas, por lo que el juicio finalmente se concretó de forma unipersonal, a cargo del presidente del TOC 22, Adrián Paduczak, mientras acompañaban a la mujer organizaciones feministas argentinas, francesas y la vicepresidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, María Elena Naddeo.

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Si bien la mujer francesa decidió no declarar en el día de hoy, en diálogo con Télam dijo: "Intento guardar la calma porque no cometí ningún delito, yo quería proteger a mis hijos, pero estoy triste porque no estoy con ellos, 5 años es mucho desde que me los sacaron, el progenitor vino a buscarlos durante mi encarcelación".

"Es una montaña rusa de sensaciones, empezaba a perder esperanzas porque el juicio tardó mucho y nunca más pude hablar con mis hijos desde que se los llevaron cuando tenían 9 y 6 años, y hoy ya tienen 15 y 12 años, es una triple violencia cortar mi relación con ellos", apuntó a esta agencia antes de entrar a la audiencia.

Pese a haber intentado mantener contacto con ellos a través de organismos y el Consulado francés, no lo logró hasta hace tres años, cuando pudo tomar contacto con la directora de la escuela donde concurren los niños en Francia.

"Me ven como la oveja negra, la mala, la inestable. Yo no los secuestré, yo tenía miedo", agregó.

En el juicio, la ciudadana francesa le contestó al juez en su declaración indagatoria que no contaba con dinero porque no podía trabajar.

"Me hicieron unos documentos que no servían porque estaba en un proceso judicial y me ayudan organizaciones y amigos para alquilar un monoambiente", explicó.

Además, Youayou confirmó que no tiene adicciones y tiene dolores corporales y anemia.

Por su parte, la fiscal auxiliar María de los Ángeles Gutiérrez pidió la prescripción de otro delito del que también se acusaba a la mujer (desobediencia a un funcionario público), por lo que se dejó asentado que actualmente se la juzga por sustracción de menores.

Una testigo de la defensa, Daniela Portillo Gonzáles, madre de una compañera de la escuela a la que concurrían los hijos de Youayou cuando vivían en la ciudad de Buenos Aires, confirmó el relato del abuso que sufría uno de los niños franceses por parte de su padre.

"Un día le dije a Michelle si quería que llevará a su hijo con otros compañeros y mi hija a jugar porque ellos iban a la escuela juntos; mientras cenábamos en casa, mi hija me dijo: '¿Sabes por qué se separaron los papás de M. (hijo de Michelle)? Porque su papá abusaba de él', y yo lo noté muy avergonzado a M., cómo queriendo callar a mi hija", dijo esta mañana la testigo Gonzáles, tras haber notificado en ese entonces a la Justicia sobre este hecho.

Otra testigo, la monja María José Miguel, titular del hogar familiar Amparo maternal, donde resguardan a personas en situación de vulnerabilidad, declaró también por parte de la defensa ya que le proporcionaron hogar a Youayou y a sus hijos desde el mes de febrero del 2018 hasta septiembre de ese año.

"Doy testimonio del dolor de esta familia cuando se enteraron que los chicos tenían que volver a Francia, y es normal porque decía que iba a volver con esta persona que había agredido sexualmente a los chicos y que ella no había podido hacer nada", afirmó la hermana María.

Y agregó que Youayou "siempre estuvo a disposición de la Justicia argentina y organismos favoreciendo lo que se le solicitaba".

Dentro del hogar, la monja contó que un equipo interdisciplinario de trabajador social y psicóloga atendía a la familia y les "socializaron un informe de un psicólogo que trataba a los chicos, Gerardo Orriosqui, desde antes de entrar al Hogar".

"Michelle se ocupaba del cuidado integral de sus hijos, los llevaba a la escuela deportiva de River y entre ellos había un vínculo normal, sano y amoroso", agregó la religiosa, quien mencionó haber visto a los chicos "muy angustiados cuando se enteraron que debían volver a Francia".

Desde el colectivo feminista francés Solidaires, Marie Uteau Venegas dijo que hace un año que se enteraron de la situación de Youayou y decidieron acompañarla y apoyarla para difundir también su caso.

"La estamos ayudando a encontrar abogada en Francia, porque necesita que la apoyen, ella no perdió sus derechos de maternidad y la historia de Michelle, además de dramática, es una ilustración de lo que pasa en Francia, donde un informe reciente señala que allá nada está hecho para proteger a las madres y sus hijos. Por eso se encuentran en la situación de elegir entre protegerlos o desobedecer la ley", señaló Venegas.

Por su parte, María Elena Naddeo, también presente en el juicio, contó a Télam que se reunieron con el Ministerio Público de la Defensa, con la Secretaría de Derechos Humanos, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires y Migraciones.

"Michelle quedó en un estado de vulnerabilidad muy grande, le retiraron el pasaporte y hubo una insistencia desmedida de la justicia al negárselo, por lo que no podía acceder a trabajo ni alojamiento", apuntó, tras mencionar la estrategia deliberada del progenitor en solicitar exhortos que demoraron aún más el juicio.

Youayou, nacida en Costa de Marfil, llegó a Francia a los 12 años en una situación de "extrema pobreza, con unos tíos, y allí se naturalizó", explicó Sara Barni, representante legal de la mujer acusada y presidenta de la asociación civil Red Viva, que defiende a niños, niñas y adolescentes. Contó que en ese país conoció a un ingeniero civil francés (al que identifican con las siglas P.D.T) en el transporte público, con quien comenzó una relación sentimental y con quien tuvo dos hijos actualmente de 12 y 15 años.

Años después, la mujer lo denunció por maltrato hacia ella y después su hijo mayor, de entonces 5 años, le relató situaciones de abuso de parte de su padre.

La Justicia francesa otorgó una tenencia compartida, que Michelle decidió no hacer cumplir y "cuando le estaban por dar la custodia definitiva a él (debido al incumplimiento), se vino con los niños a la Argentina porque no podía entregar sus hijos a un hombre que estaba haciendo lo que hacía", agregó la abogada.

Una vez en el país, Michelle se presentó en el Consulado de Francia, se comunicó con la policía de su país para informar que no quería secuestrar a sus hijos sino protegerlos, y los escolarizó en el liceo francés Jean Mermoz, en Buenos Aires.

Sin embargo, la exjueza Nacional en lo Civil Celia Giordanino hizo lugar al pedido de restitución de los niños a Francia ya que no consideró que esto "exponga a los menores a un peligro grave físico o psíquico o a una situación intolerable".

El 31 de mayo de 2019, la mujer paseaba con sus hijos por el parque Lezama, en el barrio porteño de San Telmo, cuando fue abordada por policías y patrulleros que la llevaron detenida a la cárcel de Ezeiza donde estuvo 15 días, mientras los niños fueron llevados a un hogar y días después trasladados a Francia para restituirlos al padre.

Las audiencias en el TOC 22 continuarán el 28 del corriente y el 6 de marzo.

Con información de Télam

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