Una comunidad wichi de Tartagal acompaña la tutela familiar de una adolescente de 14 años

09 de octubre, 2023 | 18.33

Una comunidad wichi del norte salteño acompañará a los tutores de una adolescente de 14 años, luego de fracasar una convocatoria nacional para adoptarla, mientras que organismos gubernamentales serán los responsables por seis meses del seguimiento del proceso de vinculación, con el fin de resguardar el bienestar integral de la menor, se informó hoy.

Fuentes judiciales y gubernamentales informaron que la jueza de primera instancia en lo Civil de Personas y Familia de Segunda Nominación de Tartagal, Carmen Juliá, cumplió con el acto de nombrar a la familia ampliada como tutores de una adolescente que estaba en estado de adoptabilidad desde 2019.

En el acto, que se desarrolló en la comunidad wichi de El Quebracho, en el norte salteño, una pareja del lugar fue nombrada judicialmente a cargo de la tutoría de la adolescente, que tiene 14 años.

Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

No obstante, la jueza dispuso el acompañamiento y apoyo del cacique y de toda la comunidad Weenhayek El Quebracho y del Colectivo de mujeres de la radio comunitaria “La Voz Indígena”, como red de apoyo y contención.

El cacique Isaías Fernández estuvo a cargo de traducir lo que la jueza iba diciendo a los miembros de la comunidad durante la audiencia, en la que estuvieron miembros del equipo técnico multidisciplinario interviniente, integrado por Estela Lizondo, Gabriela Mazzocato y Edith Herrera.

El proceso en la comunidad, ubicada en el kilómetro 5 de la ruta nacional 86, comenzó durante una audiencia convocada para escuchar a la adolescente luego de que fracasara la convocatoria nacional para adoptarla.

En aquella audiencia le preguntaron si quería seguir en el hogar donde se encuentra alojada y movió la cabeza negativamente, tras lo que le consultaron si quería ir a vivir en una comunidad y esta vez asintió.

En aquella audiencia, la adolescente dijo que le gustaría seguir aprendiendo wichi y sonrió cuando le preguntaron si quería conocer a las personas de la comunidad.

Luego, se realizó el proceso de vinculación entre la adolescente y su familia ampliada, con la supervisión del equipo técnico interviniente visitando la comunidad y permaneciendo una noche con la familia.

Posteriormente, en una audiencia de la que participaron los miembros del equipo técnico y la Asesora de Menores e Incapaces 2, María Fernanda Chocobar, se resolvió dar de baja la convocatoria a adoptantes, considerándose favorable y ajustado al interés superior de la adolescente que la misma tomara contacto con la cultura e idiosincrasia de la comunidad.

Los voceros indicaron que luego del proceso de vinculación, la jueza escuchó nuevamente a la adolescente.

La primera pregunta que le hizo fue “vos te querés quedar más tiempo en la comunidad”, y ella respondió afirmativamente, por lo que el Ministerio Público requirió que se haga lugar y se autorice a la joven a permanecer al cuidado familiar de una pareja y de toda la comunidad,

La Secretaría de Primera Infancia, Niñez y Familia de Salta y el Ministerio Público Fiscal Civil de la provincia adhirieron a este pedido.

En la última visita del equipo técnico a la comunidad, observaron a la adolescente contenta, por lo que le preguntaron si quería volver al hogar, y respondió que no.

El informe del equipo técnico dio cuenta de que la adolescente conversa más en la comunidad y que comprende lo que le hablan en idioma wichi, por lo que se sugirió que la pareja detente la tutela judicial y que la comunidad y el colectivo de mujeres de la radio comunitaria “La Voz Indígena” continúe operando como red comunitaria de apoyo.

La tutela está contemplada por el artículo 104 del Código Civil y Comercial, destinada a brindar protección a la persona y bienes de un niño, niña o adolescente que no ha alcanzado la plenitud de su capacidad civil cuando no haya persona que ejerza la responsabilidad parental.

La adolescente fue declarada en estado de adoptabilidad luego de que falleciera su padre, mientras que su madre se encuentra en situación de consumo y de calle, demostrando un evidente desinterés por su hija.

La jueza ordenó el control y seguimiento de la tutela por parte de la Secretaria de Primera Infancia, Niñez y Familia de Salta, por el plazo de seis meses, con visitas del equipo técnico.

Además, dispuso que se otorgue una ayuda económica para el grupo familiar, a cargo del Ministerio de Desarrollo Social, la Secretaría de Asuntos Indígenas y Desarrollo Comunitario y la Municipalidad de la ciudad de Tartagal.

Con información de Télam