(Por Federico Bruno, especial para Télam) "El Divorcio", obra que aborda la separación desde un punto de vista impiadoso y que tras hacer temporada en Mar del Plata el miércoles desembarcará en el Multiteatro porteño es, para Pablo Rago, uno de sus protagonistas, la muestra de que "no hay parejas perfectas ni todos los remedios funcionan igual".
Rago regresó a Mar del Plata después de cinco temporadas para protagonizar "El Divorcio", la obra de teatro que se mantuvo en el podio de la taquilla y a la que según admite el actor a Télam, "llegué por una idea de Luciano (Castro); él me llamó en marzo del año pasado y me dijo 'tenés que estar'".
"El Divorcio" plantea una cena entre dos parejas de amigos, una de ellas -que viene de remontar la relación tras varios meses de separación- comparte con la otra los secretos de una famosa "terapia" que utilizaron para lograr su reconciliación.
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Rago completa una de las duplas con Carla Conte, mientras que la otra reúne a Luciano Castro con Flor Vigna (actriz que reemplaza a Natalie Pérez quien cumplió ese rol en el verano marplatense).
La pieza que anuncia funciones los miércoles, jueves y viernes a las 20.30, los sábados a las 20 y 22 y los domingos a las 20 en la sala de avenida Corrientes 1283, tiene, según el intérprete de 50 años, su máxima virtud en la construcción de los personajes que emprendió el autor y director Nelson Valente. "Yo soy los cuatro, tengo partes de cada uno", destaca.
Por si la continuidad de "El Divorcio" no bastara, Rago aguarda el estreno de sus últimos trabajos: la serie "Ringo", sobre la vida del boxeador Ringo Bonavena que el miércoles 24 estrenará Star+, y la película "La extorsión", que encabeza junto a Guillermo Francella bajo dirección de Martino Zaidelis.
Télam: ¿A qué atribuís el éxito que mantuvo la obra durante la temporada?
Pablo Rago: Hay un atractivo del elenco, la comedia siempre funciona bien, pero hasta que no empiezan a verla y recomendarla no sabés bien qué puede pasar. Se armó este elenco que funcionó perfecto y antes de venir a Mar del Plata hicimos una prueba, cuatro fechas en Rosario, Mendoza, Montevideo y Neuquén, que son lugares teatreros, y nos gustó mucho como salió. A medida que fueron viniendo notamos que la recomendaron, porque no fue una temporada explosiva y se notó ese rumor que empezó a correr.
T: Cómo fue el trabajo con el director que presenta otras propuestas basadas en las relaciones amorosas o familiares?
PR: Nelson Valente la tiene clarísima y se lo dije hace poco, cuando estábamos hablando de mi vieja, que es un gran personaje. Él está escribiendo una obra para España sobre una persona grande y le conté muchas cosas de mi vieja. Es muy importante el trabajo que hace para descubrir las fibras humanas. Eso hace que durante la obra veamos a la gente codeándose y diciendo "esta sos vos" o "este sos vos". Me acuerdo que en Rosario vinieron a vernos mis primas y a la salida me dijeron que tenían parejas iguales a las que se muestran en la obra. Hay una identificación muy palpable. También vino mi hermano y cuando arrancó la obra y me vio salir con un suéter atado en los hombros noté cómo él se sacaba el suyo en la butaca.
T: ¿Te vestiste como tu hermano para hacer el personaje?
PR: Después de la obra me dijo, "boludo, estás vestido como yo". Y yo le dije que lo que quise representar es el estereotipo de una persona que tiene una vida perfecta, hijos perfectos, familia perfecta, y él tiene todo eso. Sale a correr ocho kilómetros por día, se cuida en las comidas y yo soy todo lo contrario.
T: ¿Cuál es el mensaje de la obra sobre ese punto, de las personas, parejas o familias "perfectas"?
PR: No hay parejas perfectas ni todos los remedios funcionan igual para cualquier paciente, porque puede haber una estandarización de fórmulas que puede ser que funcionen para mucha gente pero no para todos. Con Carla (Conte) hablamos mucho en los ensayos y nos propusimos estar realmente convencidos de proponerle "una salida" a nuestros amigos. Pero de ahí a que a ellos les funcione hay un largo trecho.
T: ¿Podrías definir al amor, después de verlo desde distintas aristas?
PR: No hay manera de definir al amor. Yo tengo 50 años, tuve un montón de parejas en mi vida y hoy vivo todo de otra manera. Estoy con Tamara hace seis años, que es alguien 21 años más joven y tiene una visión completamente distinta del mundo a la que yo tenía con 29. Me tengo que amoldar a esa forma de vivir. Nos adaptamos y sumamos familias, porque ella tiene un nene de 10 y yo a mi hijo de 20. Tuvimos que ensamblar cuatro vidas, no solamente las nuestras.
T: ¿Cómo viviste esta temporada en relación con la repercusión que tienen las obras, la propuesta artística general y la respuesta del público?
PR: Fue una temporada medio tranqui. Si ves los números de los otros elencos no fue explosiva, pero a nosotros nos fue bien en base al boca a boca. La verdad es que ir al teatro es caro. Y la verdad es que está bueno ver que con todo esto la gente sigue apostando, porque podrían simplemente no venir más. Sin embargo, siguen viniendo a ver cómo transpiramos, cómo escupimos, cómo nos equivocamos. La cosa viva.
T: ¿Creés que después de la pandemia la relación con el público cambió?
PR: Cambió la manera de consumir nuestro trabajo. Me encuentro todo el tiempo con gente mayor, que me conoce de toda la vida, y me dicen lo mismo. Hace poco me quedé hablando con unos turistas en la playa que me dijeron "te veíamos una vez por semana y no había posibilidad de una repetición". O me veían en "Amigos son los amigos" todos los martes a las 9 de la noche y no había segundas oportunidades, era ese momento o nunca más. No se podían ver temporadas en un par de días o decir, pongo pausa, hago pis, me tomo un helado o voy a cenar y después sigo con esto. Antes ver un programa era como ir a misa, uno se sentaba a verlo con sus rituales. Ahora cambió un montón.
T: ¿Qué podemos esperar de "Ringo"?
PR: No les quedó otra cosa que llamarme porque hago de "Rago", de Bautista Rago, uno de sus entrenadores. Una curiosidad porque no tengo ningún parentesco, yo soy Ragonese. Estuvo muy divertido filmarlo y entrar en el mundo del boxeo fue una gloria porque me crié viendo "Rocky". Ringo tuvo una vida cinematográfica, era una especie de estrella pop y la verdad que quedó muy bueno. Estamos todos muy contentos con el protagónico que hizo Jerónimo Giocondo Bosia, él había estado en "100 días para enamorarse" con un personaje menor, pero más allá del parecido físico, hizo un trabajo como deportista y como actor muy pero muy bueno.
Con información de Télam