El rating, una obsesión argentina

08 de enero, 2022 | 16.27

La necesidad del público por conocer los puntajes del rating, de comparar y hasta de festejarlos es "para un estudio sociológico", bromea Ariel Hajmi, CEO para Argentina y Uruguay de Kantar Ibope Media.

En entrevista con esta agencia, el ejecutivo de la responsable de las mediciones de audiencia en la región, la única de su tipo que funciona en el país, aseguró que no es habitual que en otros países el público se interiorice y comente las planillas de promedios televisivos.

Télam: Está claro por qué la medición de audiencias es información relevante para los medios, pero ¿por qué creés que también lo es para la audiencia?

Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

Ariel Hajmi: Es la pregunta del millón. Es muy interesante porque en Argentina el tema del rating llega a toda la población. En otros países es algo que queda muy circunscripto al mundo de la publicidad, de los medios. A la parte del negocio de los medios.

Nos gusta mucho hablar de métricas, y sobre todo comparando con otros lugares del mundo, entre señales, entre contenidos. Nosotros medimos redes sociales y el país en el que más se menciona la palabra "rating" siempre es Argentina. Y también pasa con métricas, datos en general. Por lejos. Y a nosotros no es que nos divierta que ocurra, porque de alguna manera la gente termina eligiendo un contenido no por lo que es si no por apostar a ganador. Es el folclore argentino.

T: ¿Qué particularidades tiene el consumidor de medios argentino?

AH: Creo que cada día más se globaliza el tipo de consumidor. Lo que sí tenemos a diferencia de otros países de la región es la avidez por el consumo de noticias, que es lo que produce que tengamos siete señales de medios dedicadas específicamente además de los noticieros de los canales de aire. Y ni hablar si incluimos el ecosistema de noticias del online, de las radios. Eso rinde muy bien en Argentina, y entretenimiento también, que se potenció mucho en la pandemia, aunque globalmente y por la fatiga de la gente por la sobreexposición a la información.

Los encendidos crecieron un 35 por ciento en 2020, pero paulatinamente empezaron a bajar, y todavía están un 5 por ciento arriba de la media. Y la gente necesita un bálsamo, no ver tanto drama, y así funcionaron muy bien programas de entretenimientos sin demasiado conflicto, historias de gente común que va a competir.

Con información de Télam