(Por Romina Grosso). En estos días la escena musical porteña exhibe signos de revitalización a tono con la nueva fase de la pandemia de coronavirus gracias al desembarco local del madrileño Café Berlín, la inauguración de una nueva sede para Bebop y la reapertura del legendario Marabú.
De los tres espacios, el que funciona regularmente desde el miércoles pasado es el flamante Café Berlín, un emblema melómano en la capital española que ya se hace notar desde el barrio de Villa Devoto.
Con sede en Avenida San Martín 6656 y un aforo para 180 personas, el músico Luca Frasca -argentino radicado en Madrid y uno de los responsables de que aquella sala deviniera en referencia de lo que suena- defiende la elección de Devoto para acoger esta experiencia.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
"La cultura no debería tener fronteras ni periferias. Además estamos hablando de Villa Devoto, no del Impenetrable chaqueño, donde, por cierto, nos encantaría abrir otro Café Berlín" comenta, no sin ironía, Frasca a Télam.
En la misma línea, su colega Andy Chango -suerte de cara del espacio- fundamenta que "Villa Devoto se está expandiendo, es el distrito del vino y nosotros llegamos para apostar por un nuevo barrio".
Por la flamante cartelera del lugar (inaugurada por Dante y por Organ Bongo Explosion, el proyecto de Frasca), ya pasaron Daniel Maza, Ana Prada-Manu Sija e Hilda Lizarazu y para la semana venidera se anuncian el estreno de "Kairos", el reciente álbum de "Bruja" Salguero y las actuaciones internacionales del uruguayo Edú "Pitufo" Lombardo y de la mexicana Julieta Venegas, entre más.
Y al igual que su hermano mayor de Madrid que acoge al jazz y a músicas del mundo, el naciente Berlín bonaerense "no le importa el género. Nosotros priorizamos la calidad musical", advierte Frasca.
En las calles palermitanas, una zona con más movida cultural que la que pulula en las arterias de Devoto, se ubica la nueva sede de Bebop tras haber tenido que abandonar el tradicional sótano de San Telmo, un tipo de ambiente poco saludable para el modo de moverse y propagarse el coronavirus.
"El nuevo Bebop renace desde las cenizas a consecuencias de lo inevitable: la pandemia que nos obligó a cerrar nuestro histórico lugar en pleno corazón de San Telmo. Tanto el hecho de estar ubicados en una zona que lamentablemente a raíz de la coyuntura mundial por el momento perdió circulación, como por estar en un subsuelo, nos llevaron a pensar en una nueva locación", repasa Karina Nisinman, directora artística del lugar, en diálogo con Télam.
Y desde la nueva casa en Uriarte 1658 -que fue preinaugurada con los cuatro conciertos de Scott Henderson a fines de noviembre- cuya apertura formal será el martes venidero, soplan sones de apertura que Nisinman explica diciendo que "si bien seguimos siendo una de las tres principales salas de jazz de la ciudad de Buenos Aires, somos por sobre todo un club de música".
"Ya desde hace años venimos ampliando nuestra programación, abriendo la puerta a los referentes de diferentes estilos musicales, tales como el tango, el folclore y el rock", consigna.
Para poblar de hechos esas palabras, una de las responsables del sitio puntualiza: "inauguraremos un ciclo de tango los miércoles con artistas como Julio Pane y Hugo Rivas, Raúl Lavié, Rodolfo Mederos, Néstor Marconi con Juan Pablo Navarro, César Angelieri y Max Aguirre. Y pronto también tendremos en nuestra casa al Quinteto Revolucionario y Paralelo 33, con sus homenajes a Piazzolla; además del dúo de Juan Falú-Carlos Moscardini y Miguel Cantilo".
El próximo sábado 11, en un nuevo Día Nacional del Tango, se concretará la vuelta del Marabú, un ámbito de leyenda para el género donde, por ejemplo, debutó la orquesta de Aníbal Troilo, que se cerró debido a la pandemia y regresa reformado.
En su histórica sede de Maipú 365, en el centro de la ciudad, el Marabú retornará el 11 desde las 22 con una milonga con música en vivo a cargo de la Orquesta Sans Souci con la voz de Walter "Chino" Laborde, una velada que para Silvina Damiani, responsable del reducto, "es para celebrar por volver al ruedo con el tango, sus artistas y sus milongueros".
Ese espacio donde José María Contursi escuchó la historia que le inspiraría "Como dos extraños" y donde se conocieron Enrique Santos Discépolo y Mariano Mores (dupla creativa que legó gemas como "Uno" y "Cafetín de Buenos Aires"), y que junto a otros ámbitos como el Chantecler, Armenonville y Tibidabo conformó el hábitat del tango a mediados del siglo pasado, se recrea gracias a The Argentine Tango Society, una entidad sin fines de lucro dedicada a promover y preservar el tango tradicional argentino.
En comunicación con Télam, Damiani subraya que "se podría decir que el tango late en este salón. Hoy, completamente renovado, con un sistema de sonido y luces increíbles y con toda la historia a cuestas, estamos listos para recibir a los músicos y bailarines de hoy que quieran continuar las noches de tango y bohemia".
Télam: ¿Qué tiene y qué le falta a la escena musical de Buenos Aires para que se abran estos espacios?
Karina Nisinman (Bebop): Desde mi punto de vista Buenos Aires tiene una oferta musical maravillosa, para todo tipo de demanda. Y en ella Bebop es Bebop, es único por sus 600 shows anuales, solo cambia de lugar.
Luca Frasca (Café Berlín): La Ciudad de Buenos Aires lo tiene todo, sólo le faltaba el Café Berlín.
T: ¿Puede ser un condicionante la historia de estas salas en la propuesta artística de los nuevos espacios?
KN (B): Bebop ya es una marca instalada, tiene su historia, su público y su mística. Por supuesto que todo eso se muda con nosotros.
LFCB: La historia de Café Berlín aporta confiabilidad por ser una sala emblemática donde han pasado muchos de los músicos más prestigiosos de Europa y del mundo.
Silvina Damiani (Marabú): Luego de un periodo tan disruptivo como ha sido este tiempo de pandemia, el Marabú vuelve a ser puesto en valor para disfrutar de este espacio emblemático tal como sucedió en la época de oro del tango.
Con información de Télam