El actor mexicano Diego Boneta, protagonista de la popular "Luis Miguel. La serie" que mañana estrenará en Netflix su tercera y última temporada, adelantó que se verá "el arco final de un personaje que a sus 50 años aparece enfrentándose a los problemas más duros que le han tocado".
"Es muy admirable que Luis Miguel se haya atrevido a contar ese lado de su historia, porque muchas veces las biopics suavizan cosas y tratan de mostrar nada más lo bonito y aquí se muestran los momentos más vulnerables", destacó Boneta a Télam, sobre la participación de "el sol de México" en la serie.
Siguiendo la estructura de las temporadas anteriores, esta también mostrará dos líneas temporales: una, a mediados de la década del '90, en la cima de su carrera, cuando tras estrenar un dueto con Frank Sinatra conoce a Mariah Carey (interpretada por la actriz británica Jade Ewen) quien será su pareja durante tres años. Otra, casi en la actualidad, cuando una serie de complicaciones personales y financieras amenazan con destruir lo que construyó en tres décadas de carrera.
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"En una línea narrativa vemos a nuestro Luis Miguel queriendo expandir sus horizontes, su identidad y todos los debates que eso va a conllevar y, en otra, mostramos su lado más vulnerable y que sus fans ya conocen", sumó la mexicana Carla González Vargas, una de las productoras ejecutivas de la serie.
"Como sabíamos que se acercaba el final -destacó Pablo Cruz, también productor ejecutivo-, tuvimos la valentía de contar, quizás, la parte más humana de todas".
Télam: ¿Cómo definirían esta tercera y última temporada?
Diego Boneta: Queríamos que fuera la más atrevida, mostrar a un Luis Miguel que no se había visto y nuestra inspiración fue "Toro salvaje" de Martin Scorsese, donde ves a un personaje en su alto más alto y en su bajo más bajo y cómo es esa transición. Es el arco final de un personaje que en la primera temporada tiene 17 años y ahora prácticamente 50, enfrentándose a los problemas más duros que le han tocado. Actoralmente, es el reto más difícil que me ha tocado en mi carrera.
Pablo Cruz: Fue la temporada donde nos desahogamos de todo lo que siempre quisimos hacer (risas). En la 1 y 2 cuidamos muchísimo ciertos aspectos de cómo iba a terminar todo el viaje de Luis Miguel y aquí, como sabíamos que se acercaba el final, tuvimos la valentía de acercarnos realmente a la carne, a lo visceral. Además vuelven héroes del pasado, muchos de los personajes que nos gustaban desde el principio.
T: ¿Cuál fue el mayor desafío de mostrar a un Luis Miguel casi contemporáneo?
DB: Como actor fue muy interesante interpretar al Luis Miguel que conocí. Yo no conocí al de 17 años, al de la segunda temporada tampoco: conocí a éste y los tics, los gestos, todo, son cosas que vi, que saqué de mis convivencias con él. A nivel físico el proceso fue denso, acababa totalmente agotado emocionalmente, físicamente; eran 6 horas sentado en una silla para el maquillaje, fue una transformación de cuerpo completo. Sabíamos que era la última temporada, queríamos dejarlo todo y así fue. Estoy muy feliz, es el final de un capítulo importantísimo dentro de mi vida profesional y personal.
Carla González Vargas: Luis Miguel es muy querido por muchas personas, eso no va a cambiar. Al final es humano y, como tal, tiene altas y bajas y nuestra labor es mostrarlo desde el lado de la empatía, de la comprensión, mostrando el punto de vista de lo que es estar en sus zapatos.
T: Solo la primera temporada estuvo basada en un libro, ¿cómo fue el trabajo con él para mostrar esta versión más descarnada?
CGV: Tenemos el compromiso con él de honrar ese voto de confianza que nos dio. Es una historia compleja porque queremos ser fieles al recuerdo de una persona pero que también involucra a todos los que lo rodean. En el proceso de investigación entrevistamos a mucha gente de manera anónima, respetuosa, protegiendo su identidad, tratando de mantener esa neutralidad, a pesar de que somos la versión oficial hecha de la mano con Luis Miguel. Es una serie que quizás no deje a todos contentos y eso es normal, uno no le puede caer bien a todo el mundo y, por la naturaleza de la historia y porque el 95% de los personajes abordados están vivos, habrá alguien que no quede contento.
T: ¿Cuál es el mayor desafío de mostrar un personaje real en un estado de vulnerabilidad tan grande?
DB: La clave siempre es contarlo con respeto y empatía. Es muy complicado porque conforme se va acercando más al presente hay personajes que están vivos, todo esto está contado desde la perspectiva de Luis Miguel pero lo más importante es el respeto, nunca quisimos cruzar esa raya del amarillismo porque de eso no va, esto es más un "character study": de dónde empieza el personaje, lo que le toca vivir. Siempre apostamos a hacer una serie de calidad internacional, que no fuera un culebrón y, en lo personal, a mí nunca me tocó juzgar al personaje. Mi trabajo siempre fue justificarlo y poder verlo de una manera que la gente pudiera empatizar con él hasta en los momentos más difíciles y oscuros.
PC: Lo más importante es que sentimos una admiración enorme por él. El respeto que le tenemos a nuestro héroe es mayor que las ganas que tenemos de generar chisme. Esta serie es un homenaje a un artista que admiramos y esa es la línea. Es cierto que el presente es algo que nos tocó vivir, que conocimos de primera mano, y parte de nuestro trabajo fue cuidar que los escritores nunca tomaran o creyeran que Luis Miguel era un pretexto para generar drama innecesario o contar otras historias. Para eso se hizo una investigación profundísima para saber qué pasó, qué no pasó y ahí todo lo que no sean ellos es ficción y la ficción es nuestra, los personajes como Patricio Robles (Pablo Cruz Guerrero) surgen de nuestra cabeza.
T: ¿Qué significó el éxito de este proyecto para las series latinoamericanas?
Diego Boneta: Hoy el español ya no es un idioma local, es un idioma global. Muchas series en español ahora tienen una audiencia global enorme y creo que el timing también jugó mucho a favor, el streaming está más fuerte que nunca y nosotros quisimos romper y hacer algo distinto. Todo el equipo dejó todo, trabajamos con una entrega total y fue un proyecto que nos cambió la vida a todos.
Con información de Télam