La actriz francesa Mylène Demongeot, quien fue lanzada en la década de 1950 como competidora de Brigitte Bardot, aunque sin alcanzar su fama, falleció a los 87 años este jueves en un hospital de París, víctima de un cáncer peritoneal, según las agencias internacionales que registraron palabras de su agente de prensa.
Hija de padre italiano y de madre ucraniana, había nacido el 29 de septiembre de 1935, en Niza, en los Alpes Martírimos franceses bajo el nombre de Marie-Hélène Demongeot. Divorciada de su primer esposo,Henri Coste (1958-1966), en 1968 se casó con el director Marc Simenon, hijo del escritor Georges Simenon, con el que produjo películas.
Entre los títulos de su filmografía figuran Los hijos del amor (1953), de Léonide Moguy, Futuras vedettes (1955), de Marc Allégret, en tándem con Brigitte Bardot y Jean Marais, Las brujas de Salem (1956), de Raymond Rouleau, junto a Yves Montand y Simone Signoret, Una partida y el desquite, de Henri Verneuil, con Henri Vidal, y Sé bonita y cállate (1957), de Allégret, con Vidal, Alain Delon y Jean-Paul Belmondo, Se levanta el viento (1958), de Yves Ciampi, con Curd Jurgens.
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En el pináculo de su fama y con la exhibición de su cuerpo tolerada para la época, actuó asimismo en Débiles son las mujeres (1958), de Michel Boisrond, con Delon, Por causa de una mujer (1962), de Michel Deville, con Jacques Charrier, Departamento de señoritas (1963), de Deville, con Sylva Koscina y Sami Frey, Fantomas (1964), de André Hunebelle, con Marais y Louis de Funes, El adorable canalla (1966), de Jean Becker, con Belmondo, Fantomas contra Scotland Yard (1968), también de Hunebelle y con Marais y de Funes.
A sus 40 años de edad protagonizó un impactante desnudo en Se debe vivir peligrosamente (1975), de Claude Makovski, un policial con Annie Girardot, Claude Brasseur y Sydne Rome, y luego apareció en Vestido de fiesta (1986), Bertrand Blier, protagonizada por Gérard Depardieu, Michel Blanc y Miou-Miou.
También rodó en el extranjero: en el Reino Unido estuvo en la polémica Bonjour tristesse (1957), de Otto Preminger, con Deborah Kerr, David Niven y Jean Seberg, Turno para morir (1960), de Roy Ward Baker, con John Mills y Dirk Bogarde, ¡Cásese, doctor! (1963), de Ralph Thomas, también con Bogarde.
En Italia trabajó para Jacques Tourneur y Mario Bava (El gigante de Maratón), con Steve Reeves, Mauro Bolognini (La noche brava, 1959), con Laurent Terzieff y Jean-Claude Brialy, Duilio Coletti (Bajo diez banderas), con Van Heflin, Charles Laughton y Gian Maria Volontè, Dino Risi (Un amor en Roma, 1960), con Elsa Martinelli y Vittorio De Sica, y los péplum El rapto de las vírgenes (1961), de Richard Pottier, con Roger Moore, Oro para el César (1962), de Riccardo Freda y André de Toth, con Jeffrey Hunter, Frío tibio caliente (1969), de Nicolas Gessner, con Sharon Tate, Vittorio Gassman y Orson Welles.
En Alemania Federal filmó La cabaña del Tío Tom (1965), de Geza von Radvanyi, con elenco internacional.
Sus últimas actuaciones conocidas en el Río de la Plata fueron las francesas El muelle (2004), de Olivier Marchal, con Daniel Auteuil y Depardieu, Ella se va (2013), de Emmanuelle Bercot, y El reencuentro (2017), de Martin Provost, ambas con Catherine Deneuve.
En sus últimos años se dedicó a tareas humanitarias, a defender los derechos de los animales y la muerte digna de las personas.
Con información de Télam