El cineasta español Roberto Pérez Toledo, confinado desde los 14 años a una silla de ruedas y referente del movimiento LGTBIQ+, a través de tres largometrajes y cuatro decenas de cortos, falleció este lunes en Madrid a los 43 años en forma sorpresiva, informó la prensa española.
Como puestista teatral acababa de estrenar en el teatro María Guerrero de la capital hispana Manual básico de lengua de signos para romper corazones y tenía anunciado para hoy mismo un acto en la Academia de Cine.
Había nacido el 3 de abril de 1978 en Lanzarote, Islas Canarias, y gustaba de recordar que se había iniciado en el cine desde quizá antes de tener consciencia de sí mismo, pero en vez de ceder al placer hipnótico de la sala oscura, él tuvo claro que quería estar del otro lado.
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Cada una de sus películas fue desde su debut en 1999 con el corto Mar adentro casualmente el mismo título que usó Alejandro Amenábar para su filme de 2004 acerca de un hombre parapléjico a raíz de un accidente- fue una explosión de sí mismo hasta convertirse en un referente irrenunciable no sólo del cine LGTBIQ+, sino del cine por encima de las imposibilidades.
Su primer largometraje, Seis puntos sobre Emma, trataba desde el punto de la comedia la amargura de una joven ciega que a toda costa quiere ser madre. La cinta, que se vio en el Festival de Málaga, exhibía ya un empeño nada disimulado por dejar que los cuerpos hablaran al otro lado de las imposiciones de los encuadres.
En su último corto rendía homenaje a su tierra, Lanzarote; Ante la erupción cuenta la historia de un grupo de amigos de excursión por el paraje desolado y enfermizamente bello de una isla que es un volcán y la que uno de ellos se encuentra en transición de ser la mujer que quiere ser.
Con información de Télam