Arquero: "El mundo de la música se alimenta de la idolatría"

01 de junio, 2022 | 14.33

Diego Arquero asegura que "la psiquis humana no está preparada para la idolatría, que es un poco de lo que se alimenta este mundo de la música" y que el "no esperar demasiado, estar centrado en la música y en el proceso creativo, sin darle bola al exterior" lo salva de su propia "autodestrucción".

En 'El Mundo Aparte' hay "muchas propuestas en cuanto a ritmos y géneros" a los que se ha "animado" para salir de su "zona de confort", pero básicamente se trató de "mostrarse vulnerable" para hablar de "tres o cuatro obsesiones" que "son las que tiene todo ser humano", señaló en una larga entrevista con Télam.

Arquero, quien sumó en este disco los aportes de músicos y productores como Zorra, Luis Angelero, Pan y Luky Lucciano, expandió su universo sonoro a partir de la experimentación lúdica de los sintetizadores y a horizontes dictados por su fanatismo por la obra de Mac Miller, el rapero y cantante estadounidense que refrescó la escena pop californiana, pero que a los 26 años se encontró con la muerte tras una sobredosis accidental.

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Télam: ¿Cómo te cuidás para no caer en lógicas así de autodestructivas que la industria actual impone para algunos artistas?

Arquero: No creo que a Mac Miller lo haya matado la industria; lo mató su propia cabeza. En mi caso, mi cabeza es tan peligrosa como la maquinaria de la industria. No sé si me cuido con respecto a eso, hace años que intento tomarme las cosas sabiendo que ni soy tan crack ni tan boludo o las dos cosas. Un poco con esa relatividad intento tomarme con calma lo que hago. Intento no esperar demasiado, estar más centrado en la música, estar más centrado en el proceso creativo y tratar de no darle tanta bola a lo exterior, creo que es lo que más te salva de eso, de lo que puede ser la autodestrucción. Pero creo que la autodestrucción de ciertos personajes iba a ser así y estaba predestinada, no sé si por un destino mágico sino por la misma neurosis que tenemos un poco todos los artistas que nos estamos preguntando cosas todo el tiempo.

T: Pero quedó claro que pese a todo el éxito no tuvo la contención que necesitaba

A: Sí, yo siempre digo: no me gustaría nunca ser el número uno. Realmente lo digo, si puedo ser el número 200 y vivir bien. No quiero ese peso a mi espalda, porque no lo aguantaría. Es muy difícil, la psiquis humana no está preparada para la idolatría, que es un poco de lo que se alimenta este mundo de la música. Cuanto más grande sea el artista más proyección hay, la gente pide más cosas de él, entonces creo que es muy jodido. La industria apoya eso de la idolatría, eso de crear una especie de becerro de oro, de figura a la que adorar y recién después está la persona. Así que capaz a veces sin darme cuenta hago cosas para huir de ciertas cosas por miedo un poco a eso. Algo que realmente capaz no es algo tan noble como me creo que es. No hago ciertas canciones que sean muy ultrahiteras para respetarme a mí mismo, sino también por el miedo a un montón de ojos que tal vez yo no elijo. Al hacer la música que hago entiendo que los ojos que me miran capaz son un poco más benevolentes o un poco más críticos en el buen sentido que los ojos con los que miran a los artistas más de moda. No hay tanta introspección en el público ese que te mira.

Con información de Télam