Sinfónico.ar, grupo que busca tender puentes entre el mundo sinfónico y la música popular reuniendo en escena a una orquesta, una banda típica y dos cantantes, presentará este sábado a las 20 el teatro Coliseo Himnos argentinos, puesta a la que su director, Gustavo Fontana, definió como un viaje por la historia, por el presente y con vistas al futuro de nuestro acervo cultural.
Las voces de los cantantes Hernán Bolletta y Negro Falótico serán protagonistas de este concierto, que contempla un abanico que va desde el tango, al folclore, la cumbia y el rock argentino.
Los intérpretes estarán acompañados por la Camerata Almagro y una banda integrada por Leonardo Andersen en guitarra, Mariano Risso en batería, Lucas Homer en bajo, Pablo Motta y Julieta Lizzoli en piano..
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El acento fue puesto en el hecho de intentar ponernos en la piel del público, para poder abarcar la mayor diversidad de estéticas y estilos posibles, explicó a Télam Gustavo Fontana, director de la propuesta que cuenta con arreglos del fogueado Pablo Motta.
Himnos argentinos propone un recorrido diferente por los géneros más representativos de la música argentina, que se encuentran y conviven en un mismo escenario: obras creadas o popularizadas por figuras como Carlos Gardel, Astor Piazzolla, Charly García, Luis Alberto Spinetta, Fito Páez, Soda Stereo, Mercedes Sosa, Atahualpa Yupanqui, Víctor Heredia, León Gieco, Gilda y Rodrigo.
Télam: ¿Cómo surge la idea de hacer este espectáculo que propone un lazo entre la música popular argentina con la música sinfónica?
Gustavo Fontana : El proyecto surge a partir de la idea de intentar tender puentes entre dos mundos que se nos presentan como opuestos, pero cuya aparente oposición tiene más que ver con clichés y estereotipos aceptados de manera irreflexiva y con las necesidades que tiene el mercado de definir y rotular, que con una circunstancia con asidero en la práctica.
Creemos que la música es tan vasta, tan inabarcable y tan amplia que no admite rótulos y por eso, de alguna manera nuestro mensaje (más allá del repertorio que elegimos) es el de amalgamar y el de generar una comunión entre el instrumento orquesta con todas sus infinitas posibilidades tímbricas, con todas las diversas estéticas que propone nuestro cancionero argentino.
T: ¿Fue difícil elegir el repertorio? ¿Con qué criterio lo pensaron?
GF: Sinceramente fue la parte más difícil porque en el primer corte de selección, teníamos más de 150 obras, lo cual nos hubiera exigido un concierto de seis horas. De todos modos, esto nos puso muy felices porque volvimos a advertir todo el potencial que tenía nuestro show y finalmente fuimos haciendo una selección que fue definiendo los distintos segmentos del espectáculo (tango, folclore, canción, rock de los 70, de los 80, cuarteto), además de un segmento dedicado a compositoras y cantantes femeninas. En el espectáculo de este sábado dedicaremos además, un capítulo especial a la música de Piazzolla celebrando el año del centenario de su nacimiento.
T: ¿Cómo fue el trabajo con los cantantes y la experiencia de llevar estos clásicos de la música popular a una formación orquestal?
GF: Esta tal vez ha sido la parte más sencilla y grata de la producción porque contamos con dos cantantes de excepción: Hernán Bolletta y El Negro Falótico, quienes si bien poseen un estilo en donde se sienten muy cómodos, son poseedores de una cultura musical amplísima. De esta manera, abordar los distintos aspectos del cancionero argentino se hizo de manera muy espontánea.
T:¿Qué es lo que más sorprende a la gente cuando ve el espectáculo?
GF: Creo sin dudas que lo que más sorprende es la orquesta unida a un repertorio que no es el usual. Y esto se relaciona con nuestro mensaje: la música es un arte que nos permite imaginar mundos alternativos con la extraordinaria posibilidad de completar ese nuevo mundo con nuestro propio mapa de experiencias. Creemos que Sinfónico. ar propone este viaje por la historia, por el presente y con vistas al futuro de nuestro acervo cultural, a través de una relación en donde de alguna manera todos ganamos, ya que tal vez los asiduos consumidores de la música que tocan las orquestas sinfónicas no habían advertido la enorme riqueza de nuestro repertorio popular y a su vez, los que tal vez si lo habían hecho, no conocían las posibilidades que brinda un organismo sinfónico.
Con información de Télam