Ciencia y memoria en un documental del Conicet sobre la represión de 2001

17 de diciembre, 2022 | 10.42

(Por Sergio Arboleya) El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) mostrará hoy en el Centro Cultural Kirchner (CCK) y en los próximos días en la Televisión Pública “Maelström 2001”, un largometraje producido por el organismo y dirigido por Juan Pollio en el que se muestra el rol protagónico que tuvo la ciencia para identificar a los responsables de los cinco homicidios ocurridos durante la represión del 20 de diciembre de 2001 en la Ciudad de Buenos Aires.

La película refleja como el investigador Rodolfo “Willy” Pregliasco reconstruye con imágenes de diversas fuentes (como fotografías y videos de cámaras de seguridad de la Policía Federal, señales de televisión y documentalistas, entre otros aportes) las circunstancias en las que se produjeron los cinco asesinatos y resultaron heridas varias personas.

“La idea era devolverle a las imágenes un orden, una historia, que los relatos del juicio de los testigos les devolvieran la densidad que le sacan muchas veces los montajes de espectacularidad de los tiempos televisivos y rescatar momentos que nos parecían importantes y que quizás habían pasado desapercibidos como son los primeros momentos de la mañana el 20 de diciembre”, detalla el cineasta Pollio sobre su ópera prima en charla con Télam.

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El filme generado por Conicet Documental (productora audiovisual que en este caso hizo foco en el Programa Nacional de Ciencia y Justicia) tuvo su estreno en el último Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, fue exhibido ayer en el Auditorio del C3, hoy a las 19 se proyectará en la Sala A del 6° piso del CCK y llegará a la TV Pública, implica para su director “tener la posibilidad de reconstruir algo de eso que persistía en mi memoria sobre aquellas jornadas”.

“Yo estaba terminando la secundaria, la crisis económica había golpeado a mi familia un par de años antes y mi viejo ya se había quedado sin laburo y no le fue sencillo conseguir trabajo porque ya tenía más de 50 y se sentía esa cosa del descarte generacional que se venía viviendo”, evoca el autor de los cortometrajes “El boxeador” (2009, seleccionado en el Festival de Cannes y en otros festivales internacionales) y “Raid” (2021, estrenado en el 22 Bafici).

Más puntualmente sobre los acontecimientos que se sucedieron en ellas, apunta que “lo que más recuerdo de esos días son algunas imágenes que forman parte de la película, la de los autos de asuntos internos que disparan y hieren a Paula Simonetti, Martín Galli y asesinan a Alberto Márquez. Y siempre recordé la historia de alguien que había salvado a una persona metiéndole el dedo en el cráneo para que no se desangrara debido a un disparo en la cabeza, el herido es Martín Galli uno de los sobrevivientes, y su salvador Héctor ‘el toba’ García quien ya falleció”.

Inspirado en el cuento de Edgar Allan Poe “Un descenso al Maelström”, el físico Pregliasco creó el panóptico, un programa que ordena espacial y temporalmente el caos de imágenes producidas en esa jornada y dicha herramienta permitió, a lo largo del juicio, ubicar a las víctimas y testigos y relacionar las órdenes policiales transmitidas por radio para reconstruir lo acontecido.

Télam: ¿La intención del documental es mostrar cómo la ciencia es capaz de operar y alumbrar en circunstancias tan terribles y aparentemente ajenas a su esfera?

Juan Pollio: En realidad la intención fue reconstruir ese día con toda la información que había sido producida a lo largo del proceso judicial, proceso en el cual el peritaje de Pregliasco fue fundamental para ordenar 300 horas de video y más de 500 fotografías. Intuíamos que eso era así y por eso decidimos contarlo en gran medida a partir de esa mirada, pero finalmente es una película coral en donde un montón de voces reconstruyen lo hechos.

El lugar medular que ocupa la pericia es lo que construye el documental pero lo que también uno descubre es que una pericia aislada no alcanza a decir lo suficiente como para reconstruir eventos tan complejos. El documental lo que hace es conectar la pericia de Pregliasco con toda la información analizada por fiscales y querellantes entre las que se encuentras las propias declaraciones de testigos e imputados a los largo de los dos años que llevo el juicio entre 2014 y 2016, las radios de la Policía Federal y otras evidencias. Entonces lo que buscamos fue mostrar ese proceso y también las limitaciones que existen para reconstruir un hecho del pasado ya que muchas veces es imposible saberlo todo.

T: ¿De qué manera te relacionás con el investigador Rodolfo Pregliasco?

JP: Entablamos vínculo a partir del Programa de Ciencia y Justicia del Conicet. Fuimos acumulando información y haciendo preguntas para entender cómo había sido su trabajo y ahí entendimos la forma en la que fue procesando el material audiovisual que había sido aportado a la causa y la confección del programa, el “Panóptico” como él lo llama, donde se puede recorrer los sucesos registrados por diversas fuentes durante ese día.

T: Además de la cacería represiva contra la sociedad civil movilizada ¿Qué más sentís que muestran esas imágenes?

JP: En el material audiovisual de ese día se puede ver una violencia policial desmedida e inusitada y también se puede ver un reconocimiento mutuo entre personas que son desconocidas, un “juntos” entre personas que se abrazan, que cantan juntas un reclamo que entienden legítimo y esto no está solo en las imágenes sino en parte de los eventos de los asesinatos, personas que le salvan la vida a desconocidos, Gastón Riva que lleva en la moto a alguien que no conocía hasta ese momento y que justo tiene que atravesar ese momento límite de su asesinato.

El caos, o dejar todo en un caos solo le sirve a aquellos que esconden algo, nuestra responsabilidad es tratar de entender, de reconstruir, de devolverle a las imágenes su temporalidad, que quienes las protagonizaron les devuelvan con sus palabras el espesor que tenían cuando sucedieron para que nos digan algo hoy a más de 20 años de los hechos.

T: ¿Qué expectativas tenés a partir de estas exhibiciones públicas?

JP: Las expectativas con la película están en relación a que sirva para seguir discutiendo lo sucedido ese 20 de diciembre de 2001, que nos permita seguir construyendo nuestra memoria colectiva acerca de hechos que permanecen un poco velados. Creemos que es un documento histórico que contribuye a hacer visibles esos asesinatos, la responsabilidad de los funcionarios públicos y de los responsables materiales y el reclamo de justicia que aún está vigente.

Hay gran cantidad de aristas que la película aborda que son actuales: nuestro derecho a la protesta social, las limitaciones que puede imponer un estado de sitio o no sobre nuestros derechos, los deberes de cuidado que tienen los funcionarios públicos y las fuerzas de seguridad sobre las personas en una manifestación social.

Con información de Télam