Agustina Paz: el despojado "Amor" en tiempos de "sobreoferta superestimulante"

19 de septiembre, 2023 | 13.46

(Por Hernani Natale) Con sonoridades que se pasean entre la música de raíz folclórica, pinceladas pop y veladas referencias al jazz, la cantautora Agustina Paz lanzó en 2022 "Amor", su quinto disco de estudio, producido por Daniel Melero, integrado por diez despojadas composiciones, tanto en el plano instrumental como lírico, las cuales serán presentadas oficialmente mañana, a las 20.30, en Café Berlín.

Algunas de esas canciones ya habían sido mostradas el año pasado en el Centro Cultural Richards, en el marco del Festival Imprevisible, actuación que quedó registrada en un disco en vivo que vio la luz días atrás, por lo que el show en el reducto del barrio porteño de Villa Devoto funcionará como "una celebración" de ambas producciones, según explicó a Télam la propia artista.

Con la sola compañía de Tomás Stagnaro en guitarras, más "algunos invitados muy especiales que estarán coloreando la presentación", Agustina Paz se apoyará solo en su piano y su expresiva voz para recrear el clima intimista que atraviesa a una placa caracterizada por haber prescindido de todo tipo de artilugios en su etapa de post producción y haber apostado a un formato de grabación casi como si se tratara de una actuación en vivo.

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"Desnudarse es más difícil que maquillarse", sentenció en diálogo con esta agencia la artista que, a modo de refuerzo de la propuesta de este disco, consideró que en estos tiempos "necesitamos más espacio, no llenarnos tanto".

"Hay otros alimentos más fáciles de digerir en esta cultura contemporánea, pero creo que es más nutritivo el silencio en este momento", desafió.

Mientras ultima detalles para su show de este miércoles, Agustina Paz desmenuzó el proceso de grabación de "Amor", destacó el rol jugado por Daniel Melero y reflexionó en torno al clima que da su personalidad al disco, el cual intentará reflejarse durante la presentación en vivo.

Télam: ¿Cómo surgió "Amor" y qué lugar ocupa en tu recorrido artístico?

Agustina Paz: Es un disco que surgió en pandemia y tiene que ver con un duelo personal que hice. En ese momento, estaba escuchando mucho a Daniel y quería que el disco tenga algunas cosas de discos de él que me gustan especialmente, como "Operación escuchar" y otros que no son tan conocidos. Son canciones que están hechas desde ese lugar en que uno tiene contacto con algo más esencial, como ocurre cuando perdés a alguien muy importante; como que algo se aclara. Busqué que sea simple, sin tanto arreglo, sin tanta vuelta, por eso es bastante directo en lírica y sonido. Es la primera vez que me permito hacer eso, que el piano sea el protagonista, la voz y alguna textura, no más. Y terminó legitimándolo Daniel. De hecho, me hizo la propuesta de que sea así cuando le mostré las maquetas y estuvimos de acuerdo.

T: ¿Y fue grabado como un vivo?

AP: Claro. Daniel buscó el audio que quería para la voz, para el piano, para las guitarras y eso quedó. No es que después se mezcló alterando todo. Es la foto del momento. Eso le da una humanidad que no hubiera tenido si se hubiera sobreeditado. Hubiera perdido ese espíritu orgánico.

T: Ya me estás dando algunas pistas, pero concretamente, ¿cuál sentís que fue el aporte de Melero? ¿Qué rol jugó?

AP: Habilitarme ese lugar de simpleza que yo sentía que necesitaba para mi música. En un momento histórico en que todo el mundo produce un montón y sobreedita todo, un disco así, sin postproducción, es toda una apuesta en el cosmos de sobreoferta superestimulante. Me habilitó también esta idea de que la identidad de uno está más cerca de los errores que comete, que son muy personales, que de lo que hacés bien, que es lo que todo el mundo hace. Dejarse entrar en esos lugares y transitar por esas imperfecciones te hacen único. Es muy enriquecedor estar cerca de él. La verdad que fue un honor. Muy nutritivo el proceso.

T: ¿Cómo juega ese nuevo posicionamiento a la hora de presentarlo en vivo?

AP: Antes me volvía más loca con las presentaciones porque eran discos más complejos.

Este, al ser bastante despojado, me resulta más fácil generar ese clima de intimidad que proponen las canciones. Hay un antes y un después de Daniel Melero en mí porque antes yo era muy de respetar el disco como sonaba, trataba de tener ese mismo audio en el vivo, ser súper fiel, como si fuese un texto de música académica. Ahora me permito un poco más de flexibilidad, que las canciones tengan su organicidad las pone en otro lugar.

T: En este disco aparecen a grandes rasgos dos vertientes: la música de raíz y la canción pop. ¿Dónde te sentís más cómoda o más identificada en este momento?

AP: Creo que la música de raíz que vos decís es mi lugar más natural, me siento más cómoda ahí. Como que voy descubriendo cada vez más que ese es mi lugar. Obviamente que no es una música de raíz pura porque evidentemente he necesitado fusionar otras cosas, pero sí hay algo ahí que me es muy necesario.

T: El disco también invita a una escucha atenta, reposada. Todo un desafío en esta sobreoferta que mencionabas antes.

AP: Creo que me ayudó mucho la pandemia en eso, porque fue el momento en que aparecieron estas canciones y era un tiempo en que todos estábamos un poco más introspectivos. Ahora sí es un desafío salir a tocarlo porque yo misma necesito más movimiento y, bueno, el mundo empuja hacia afuera. Pero creo que hacen falta más ofertas musicales que te pongan en este lugar de escucha lenta. Me parece que el tiempo del cuerpo y de la tierra se acercan más a este disco que a lo que se escucha habitualmente; al tiempo del capitalismo, si querés.

T: ¿El desafío también se traslada al vivo, en donde se impone últimamente una parafernalia ligada a luces, explosiones, pantallas?

AP: Es un desafío enorme porque se trata de todo lo contrario, no agregar externamente, sino descubrir lo interno. Desnudarse es más difícil que maquillarse. A mi me gustan las propuestas que plantean espacio y silencio, pero entiendo también que es un camino llegar a que te guste eso. Hay otros alimentos que son más fáciles de digerir en esta cultura contemporánea, pero creo que es más nutritivo el silencio en este momento. Necesitamos más espacio, no llenarnos tanto. Siempre caemos en la trampa de esperar algo más en un show en vivo. De todas maneras, la presentación del disco no va a dejar de ser un espectáculo para que la pasen bien los que vengan. Va a tener de todo porque voy a hacer cosas de otros discos y habrá artistas invitados que admiro. Va a estar el contrapunto, no solo esta cosa hacia adentro.

Con información de Télam