El Misterio de Economía aprobó el encuadramiento de dos proyectos de inversión en litio en el norte argentino dentro del Régimen de Fomento de Inversión para las Exportaciones, esquema que otorga incentivos a empresas que inviertan más de 100 millones de dólares. Lo hizo a través de las Resoluciones 1685/2023 y 1697/2023, publicadas este martes en el Boletín Oficial.
Uno de los proyectos presentados para encuadrarse dentro del régimen es el de Posco Argentina, que este año presentó un proyecto para construir una mina de litio y dos plantas de proceso, como parte de la fase 1 del Proyecto Sal de Oro, ubicado en el Salar del Hombre Muerto, en el límite entre las provincias de Salta y Catamarca. Posteriormente solicitó ampliar el proyecto presentado, incluyendo la denominada “fase 2” que consiste en la construcción de una planta adicional diseñada para producir carbonato de litio, con una capacidad de 23.133 toneladas al año.
Según cálculos del Banco Central (BCRA), el proyecto tendría flujos netos positivos sobre el mercado de cambios cercanos a los 30.826 millones de dólares hasta 2055.
El otro proyecto presentado es el de Rincón Mining –adquirido el año pasado por Río Tinto-, que consiste en la extracción y procesamiento de litio en el salar de Rincón, ubicado en la provincia de Salta. La iniciativa incluye la construcción de una planta comercial con una capacidad inicial de 3.000 toneladas por año de producción de carbonato de litio grado batería.
Se estima que la inversión generará un flujo neto positivo en el mercado de cambios de aproximadamente 13.153 millones de dólares hasta 2044. Las subsecretarías de Desarrollo Minero y de Programación Macroeconómica, al igual que la Comisión de Evaluación de Proyectos de Inversión, analizaron los proyectos y determinaron el impacto positivo de éstos en materia económica.
Las empresas que adhieren al régimen disponen de hasta el 20 por ciento de divisas obtenidas en exportaciones vinculadas con el proyecto para: pagos de capital e intereses de deudas comerciales o financieras con el exterior; giro de utilidades y dividendos que correspondan a balances cerrados y auditados; repatriación de inversiones directas de no residentes. Para las inversiones superiores a 500 millones de dólares o 1000 millones, el monto de libre aplicación se duplica o triplica, respetivamente, por cada año calendario en que no se utiliza ese beneficio.
El régimen abarca no sólo a la minería sino también para proyectos productivos de actividades foresto-industriales, hidrocarburíferas, de industrias manufactureras y agroindustriales, así como para la ampliación de unidades de negocio ya existentes. Según fijan las condiciones establecidas por el Banco Central (BCRA), los exportadores que opten por este mecanismo tendrán un tope máximo anual equivalente a 25 por ciento del monto bruto de divisas ingresadas por la empresa en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), y deberán designar una entidad financiera local que realice el seguimiento del proyecto.
Los proyectos encuadrados podrán pedir el certificado correspondiente del régimen al año de liquidar divisas en el MULC y, a partir de su otorgamiento, tendrán 15 años de estabilidad normativa en materia cambiaria.