Esta semana el gobierno festejó dos anuncios de inversión en el sector de infraestructura y energía y afirmó que están impulsados por al Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), que tiene que terminar de aprobarse en la cámara de Diputados. Se trata de una inversión en gas de US$ 700 millones de Transportadora Gas del Sur (TGS) y otra para una nueva acería de US$ 300 millones de Sidersa, una siderúrgica familiar con base en Buenos Aires. Lo cierto es que son proyectos que estaban previstos con anterioridad, pero que ahora podrían concretarse porque obtendrán los cuantiosos beneficios cambiarios, fiscales y arancelarios del régimen de incentivos impulsado por el gobierno de Javier Milei.
El RIGI es un régimen que el sector empresario ve claramente como una oportunidad, pero que es independiente al rumbo económico del país. De aprobarse, podría acelerar inversiones que ya estaban en carpeta, pero que no se concretaron por el desorden macroeconómico. Apunta a desarrollos de infraestructura, energía y minería de cobre, oro, plata y litio. Fue uno de los temas conversados entre los gobernadores del Norte Grande y el presidente esta semana cuando se reunieron en la Casa Rosada.
Las compañías a cargo de estos proyectos estaban esperando que se ordene la macroeconomía del país para hundir los dólares. Aguardaban seguridad y previsibilidad. Con el RIGI, ahora el sector empresario ve una oportunidad única porque, ante los beneficios del régimen, dejan de depender de que el gobierno de Milei sea exitoso para ordenar la macroeconomía del país.
Una fuente del sector energético consultada por El Destape destacó que “hay muchos proyectos pisados desde hace tiempo. Nadie arma un proyecto de grandes dimensiones de un día para el otro. Lo que va a generar el RIGI es que se aceleren, por eso el gobierno dejó a este régimen incluso en la versión corta de la Ley Bases. El RIGI es una burbuja que otorga posibilidades de factibilidad o concreción a los proyectos”. La misma fuente agregó que “la macro desordenada del país frena a los proyectos que demandan grandes inversiones, pero el RIGI permitirá que no dependan de la macro, esté ordenada o no”.
Gasoducto
TGS, empresa de transporte de gas que comparten Pampa Energía (Marcelo Mindlin) y el grupo Sielecki, en los últimos días anunció dos obras que suman US$ 700 millones de inversión. Por un lado, construirá tres plantas compresoras en las localidades de Casa de Piedra, Chacharamendi y Doblas ubicadas en el Tramo I del Gasoducto Néstor Kirchner (GNK), inaugurado en 2023, que permitirá incrementar el transporte de gas hacia el centro del país. Además, construirá un compresor extra en Tratayén (planta que lleva doble compresión). Estas obras demandarán US$ 500 millones y se harán bajo la Ley 17.319 (Hidrocarburos) y mediante el Régimen de Iniciativa Privada.
Las plantas de Casa de Piedra, Chacharamendi y Doblas y las de Tratayén y Saliquelló (el Tramo I del GNK suma 5 plantas) estaban previstas en el “Programa TransportAr Producción Nacional”, impulsado en 2021 por el gobierno de Alberto Fernández. Incluso están contempladas en el decreto 76 y en la resolución 67 de la Secretaría de Energía, ambas publicadas en el Boletín Oficial en febrero de 2022.
Según lo estimado por el Programa TransportAr, el GNK terminado (Tramo I y II) más las obras complementarias permitirán llegar a una capacidad de transporte nuevo de 39 millones de metros cúbicos de gas por día (MMm3/d). Es decir, un aumento de 25% del transporte troncal de gas del país.
La obra de TGS es realmente estratégica y será fundamental para ampliar la capacidad de transporte para el abastecimiento local y para abrir la posibilidad exportadora de gas hacia Brasil. Además, permitirá aumentar la producción de gas en los pozos de Vaca Muerta.
Inversión nueva
El plan de TGS sí contempla un loop (extensión) de 20 kilómetros que no está previsto en el Programa TransportAr. Se trata de una inversión de US$ 200 millones que se hará bajo otro marco normativo -ya que será sobre el sistema de TGS- que está regulado bajo la Ley 24.076. La transportista de gas incluso anunció que “se compromete en los tramos finales del sistema regulado, aun no resultando adjudicado en el concurso” en la otra obra sobre el GNK.
Otro anuncio anunciado
Esta semana el gobierno anunció otra inversión vinculada al RIGI. Es la construcción de un acería en la localidad de San Nicolás por parte de la empresa Sidersa. En total, son US$ 300 millones para ampliar la capacidad productiva de la firma. Según la empresa, la nueva planta generará 360.000 toneladas anuales de hierro de construcción.
Si bien el gobierno informó la inversión “en el marco del impulso al sector privado que brindará la puesta en marcha del RIGI”, Sidersa había anunciado la misma inversión en septiembre del año pasado. Incluso los propietario de la empresa, según publicó el Diario del Norte el 23 de septiembre del año pasado, habían afirmaron que “las condiciones estaban dadas” para concretar la inversión.