En lo que va del año el gobierno aumentó las tarifas eléctricas hasta un 600% en el AMBA. Para usuarios de Metrogas hay casos con subas de 700%. El ajuste tarifario también impactó en todo el país y fue mayor para los hogares de medios y bajos ingresos. El objetivo que tiene el Ministerio de Economía es que los hogares paguen el costo real de la energía y, así, eliminar o reducir los subsidios para alcanzar el déficit cero.
Pero, pese al aumento tarifario y contar con el nuevo Gasoducto Néstor Kirchner (GNK), el gobierno no estableció una política para bajar el costo de la generación de energía, que en julio fue un 6% más alto respecto a 2023. El dato surge de un informe de la Fundación Encuentro que dirige Cecilia Garibotti, ex secretaria de Planeamiento Energético entre 2022 y 2023. Ahora la generación podría ser más cara que en 2023, al menos hasta octubre-noviembre, según el mismo informe.
El megawatt por hora (MW/h) de julio de 2024 fue de 95,5 dólares, mientras que en el mismo mes de 2023 (sin GNK) había sido de 90 dólares. Es la primera vez en el año que el costo monómico de la generación eléctrica es más alta en 2024 que en 2023.
Gracias al nuevo Gasoducto Néstor Kirchner, que abastece a las centrales térmicas con gas y reemplaza a los combustibles (más caros), y al mayor caudal de agua para las hidroeléctricas (tienen el MW/h más barato de todas las fuentes), en enero de 2024 el precio de la energía fue de US$ 61,5 por MW/h, es decir, 20 dólares más bajo que en enero de 2023. En todo el primer semestre de 2024 la generación fue más barata que el año pasado. Es decir, en electricidad bajaron los subsidios. Pero en julio esto se dio vuelta.
Costo, subsidios y devaluación
El gobierno planifica los precios de la energía para el invierno (mayo-octubre) y para el verano (noviembre-abril). El costo de la generación de energía es el único de los tres componentes de la factura (generación, transporte y distribución) que permite establecer el nivel de subsidios que destina el Estado. El gobierno de Milei aumentó las tarifas pero, según el documento de la Fundación Encuentro, no diseñó ninguna política para reducir el costo de generación. Esto podría dificultar la baja de subsidios.
En diálogo con El Destape, Cecilia Garibotti afirmó que “hay una mala administración en cómo se generan los precios de la energía en el mercado. Según Cammesa, en julio es más alto que el año pasado. ¿Cómo puede explicar el gobierno que, en dólares, estamos más caros que en 2023 teniendo el GNK y buenas lluvias para las hidroeléctricas? Esto ocurre porque el Estado tuvo un rol pasivo frente al precio de la generación”. “Los usuarios pagan el aumento de las tarifas, pero el gobierno no puede achicar los subsidios. Quiere que los hogares paguen el costo real, pero se desentiende y no regula para que el precio pueda bajar”, remarcó Garibotti.
El informe señala que “a pesar de comenzar el año con precios de la energía históricamente bajos en dólares, en julio de 2024 aumentó a 95,5 USD por MWh, es decir, mayor al de julio de 2023 y superior al promedio que se pagó entre 2013 y 2023”. Entre los factores que provocaron la suba del precio de la generación, la Fundación Encuentro destaca: demoras en obras complementarias del GNK (planta compresora de Salliqueló); falta de gas y retrasos en la compra de GNL (a último momento sale más caro); y anulación de una licitación para sumar nueva generación térmica que permitía reemplazar a viejas máquinas más caras.
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La mega devaluación de 118% de diciembre que aplicó el tándem Milei – Caputo también provocó una mayor brecha en la cobertura del costo real de la energía en las tarifas y, en consecuencia, mayores subsidios. En enero un usuario promedio pagaba el 20% del costo real. En el primer semestre llegó a cubrir hasta el 60%, pero en julio volvió a caer. Una nueva devaluación del gobierno implicaría que la brecha se agrande nuevamente y se necesiten más subsidios.
“Es imposible hablar de un costo de la energía en abstracto porque está vinculado con las políticas que decide o no el Estado. El gobierno prefirió trasladar sus ineficiencias a los usuarios”, aclara el informe. Como consecuencia, subraya que el peso de las facturas de gas y electricidad en relación a los ingresos para las familias de menores ingresos pasó de 3,9% en noviembre de 2023 a 12,8% en agosto de este año.
Tarifas
Las tarifas tienen tres componentes: generación, transporte y distribución (también impuestos). El único que le permite al Estado definir el nivel de subsidios es la generación. Cuando el gobierno aumenta el PEST (Precio Estacional de la Energía Eléctrica) o el gas natural en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST) que pagan los hogares, está definiendo cuántos subsidios destinará, porque el Estado cubre el porcentaje que se le pagan a las empresas generadoras (no a las distribuidoras) y que no llegan a pagar los usuarios mediante el componente “generación de energía”.
Por ejemplo, para los nuevos cuadros tarifarios de septiembre la Secretaría de Energía habilitó una suba del precio estacional (define el nivel de subsidios) de 5%, pero otorgó una suba de 3% para distribuidoras y transporte. En gas, la suba para estos últimos fue de 1%, pero aumentó casi 5% el PIST para intentar reducir subsidios.